MIME-Version: 1.0 Content-Type: multipart/related; boundary="----=_NextPart_01DB9F02.7D1D8840" Este documento es una página web de un solo archivo, también conocido como "archivo de almacenamiento web". Si está viendo este mensaje, su explorador o editor no admite archivos de almacenamiento web. Descargue un explorador que admita este tipo de archivos. ------=_NextPart_01DB9F02.7D1D8840 Content-Location: file:///C:/4D2ADD1A/0354_Cortez.htm Content-Transfer-Encoding: quoted-printable Content-Type: text/html; charset="windows-1252"
DOI: https://doi.org/1=
0.56712/latam.v6i2.3675
Campesinos: Existencia, Resistencia y
Contribución al Sustento Alimentario y Ambiental
Peasants: Existence, Resistance and Contribution to
Food and Environmental Sustainability
Hilda Nayeli Cortez
al21130407@chapingo.mx <=
/span>
https://orcid.org/0000-0002-1459-0991
Universidad Autónoma Chapingo (UACh)
Oaxaca –
México
Ga=
udencio
Sedano Castro
https://orcid.org/=
0000-0002-1628-4111
Universidad Autónoma Chapingo (UACh)
México
Ángel Leyva Ovalle
aleyvao@chapingo.mx=
https://orcid.org/0000-0003-1873-9797
Universidad Autónoma Chapin=
go
(UACh)
México
Pedro Macario García Caudillo
https://orcid.org/0000-0001-8780-552X
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (
México
Luis Gerardo Esparza Hernández
lesparzah@chapi=
ngo.mx
https://orcid.org/=
0000-0002-2524-5093
Universidad Autónoma Chapingo (UACh)
México
Artículo recibido: 11 de marzo de 202=
5.
Aceptado para publicación: 25 de marzo de 2025.
Conflictos de Interés: Ninguno que
declarar.
.
La producción de alimentos es una de las necesidades básicas que la
sociedad busca sostener; por ello la importancia del sector campesino, ya q=
ue
son quienes además de sembrar, cuidar y cosechar, resguardan los ecosistema=
s y
el territorio. El presente trabajo tiene el objetivo de reconocer a los
agricultores, sus estrategias de resiliencia y diversificación, mediante el
análisis de los sistemas de producción (maíz y café) de dos comunidades de
Oaxaca; con la aplicación de metodologías participativas a familias product=
oras
de Río Seco, Zoquitlán y de Pluma Hidalgo; pueb=
los
que han construido su identidad en torno al cultivo de la tierra. Se retoma=
ron
algunas de las categorías sociológicas de autores como Wolf (1971), Shanin (1979), Díaz Polanco (1975) y Bartra (2006), e=
n las
que se denomina y caracteriza a quienes producen los <=
span
class=3DGramE>alimentos.Según datos de la FAO, en 2023, a niv=
el
mundial 733 millones de personas padecieron hambre; además de que sólo 1 230
millones de personas están involucradas en los sistemas agroalimentarios. En
México, el Censo Agropecuario 2022 reportó 26 984 247 personas que trabajan=
el
campo y 29 806 776 hectáreas de superficie agrícola, de las cuales 1 112 427
hectáreas corresponden al estado de Oaxaca. De la información recabada
directamente de productores de maíz y café, se menciona que, para sostener =
los
cultivos, conservar el entorno socioambiental y la soberanía alimentaria de=
las
comunidades, han implementado estrategias como la diversificación de cultiv=
os,
trabajo colaborativo y hacer frente a los efectos del cambio climático.
Palabras clave: campesinos,
soberanía alimentaria, maíz, café
Abstract
Food production=
is
one of the basic needs that society seeks to sustain; t=
herefore
the importance of the peasant sector, since they are those who, in addition=
to
sowing, caring for and harvesting, protect the ecosystems and the territory.
The present work aims to recognize farmers, their resilience and
diversification strategies, through the analysis of the production systems
(corn and coffee) of two communities in Oaxaca; with the application of
participatory methodologies to producing families from Río Seco, Zoquitlán and Pluma Hidal=
go;
towns that have built their identity around the cultivation of the land. So=
me
of the sociological categories of authors such as Wolf (1971), Shanin (1979), Díaz Polanco (1975) and Bartra
(2006) were taken up, in which those who produce food are named and
characterized. According to FAO data, in 2023, 733 million people worldwide
suffered from hunger; in addition, only 1.23 billion people are involved in
agri-food systems. In Mexico, the 2022 Agricultural Census reported 26,984,=
247
people working in the fields and 29,806,776 hectares of agricultural land, =
of
which 1,112,427 hectares correspond to the state of Oaxaca. From the
information collected directly from corn and coffee producers, it is mentio=
ned
that in order to sustain crops, conserve the socio-environmental environment
and the food sovereignty of communities, they have implemented strategies s=
uch
as crop diversification, collaborative work and facing<=
span
style=3D'mso-spacerun:yes'> the effects of climate change.
Keywords: peasants, food sovereignty, corn, coffee
T=
odo
el contenido de LATAM Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales y
Humanidades, publicado en este sitio está disponibles bajo Licencia =
span>Creative
C=
ómo
citar: Nayeli Cortez, H., Sedano Castro, G., Leyva Ovalle, Á=
ngel,
García Caudillo, P. M., & Esparza Hernández, L. G. (2025). Campesinos:
Existencia, Resistencia y Contribución al Sustento Alimentario y Ambiental.=
LATAM Revista Latinoamericana de Cienc=
ias
Sociales y Humanidades 6 (2), 948 – 961. https://doi.org/10.56712/latam.v6i2.3675
INTRODUCCIÓN
La soberanía
alimentaria es una de las metas que gran parte de las naciones buscan logra=
r;
cada país intenta producir la cantidad suficiente y de calidad óptima de
alimentos para nutrir a sus habitantes. Aunque alcanzarla implica sortear d=
iversos
obstáculos como las políticas económicas nacionales e internacionales, la
disponibilidad de mano de obra y maquinaria, pero sobre todo las adversidad=
es
del cambio climático. La producción de alimentos está relacionada con la
biodiversidad, ya que de ella depende la conservación de los ecosistemas, p=
arte
importante en la cultura alimentaria de los pueblos y son el presente y fut=
uro
de la humanidad.
México es un pa=
ís
megadiverso en el que permean los sistemas agroalimentarios, mediante
policultivos, como lo es la siembra tradicional de la milpa y el café. Por =
su
importancia en la alimentación de los mexicanos, el maíz es primordial en la
dieta de las familias, mientras que el café representa la identidad de algu=
nas
comunidades y principal fuente de ingresos, pero sobre todo la conservación=
de
la vegetación y fauna nativa.
En Oaxaca, la
agricultura se enfrenta a diversas problemáticas como la falta de programas
integrales de apoyo al campo, capacitación técnica y sistemas de riego;
migración de la población en edad productiva, la variabilidad, carencia o
intensidad de las precipitaciones pluviales y sin acciones de transformació=
n de
la materia prima y promoción de productos para que el excedente de producci=
ón
llegue hasta los posibles compradores.
Aun con las
adversidades los campesinos siguen cultivando la tierra, buscan diversificar
sus fuentes de subsistencia, recuperar la producción después de pérdidas
considerables por plagas y enfermedades de las plantas, huracanes o sequias
prolongadas.
Los productores=
de
maíz y maguey de Río Seco, Zoquitlán (región Va=
lles
Centrales) y los cafeticultores de Pluma Hidalgo (Costa), de Oaxaca son una
muestra de perseverancia por conservar los cultivos ancestrales, esencia de=
las
comunidades; además de que, con los granos principales, que sustentan la
economía de la población, crecen las plantas comestibles y animales que
complementan la gastronomía de sus regiones.
Es importante
reconocer el trabajo que realizan las familias campesinas por conservar el
territorio, producir los alimentos culturales de cada región y sobre todo el
cuidado de los ecosistemas. Adquirir los productos locales a precio justo, =
que
cubran el esfuerzo invertido en los procesos de cultivo y cosecha de manera
agroecológica.
El presente trabajo tiene el objetivo de reconocer la importancia d=
el
sector campesino, sus estrategias de resiliencia y diversificación, mediant=
e el
análisis de los principales sistemas de producción tradicionales (maíz y ca=
fé)
de dos comunidades en distintas regiones de Oaxaca.
Río Seco, es una
comunidad zapoteca, pertenece al municipio de Santa María Zoquitlán,
en el distrito de Tlacolula, la titularidad de sus tierras, de manera comun=
al,
fueron otorgadas en 1758 por la Corona Española en la época de la Colonia, =
con
arraigo cultural y apoyo mutuo entre las familias. Sus principales activida=
des
productivas ancestrales son el cultivo del maíz, frijol y calabaza, elabora=
ción
del mezcal y recolección de frutos silvestres.
Mientras que Pl=
uma
Hidalgo, ubicado en el distrito de Pochutla, fue reconocido como pueblo, en
1880, mediante decreto en la Cámara de diputados local en la época histórica
del Porfiriato, bajo el régimen de pequeña propiedad. Su identidad fue
construida en torno a la producción del café, con profundo apego a la tierr=
a y
los seres que en ella convergen.
Ambas comunidad=
es
presentan rasgos diferenciados en cuanto a las relaciones sociales y
económicas, diferente clima y vegetación; pero convergen en mantener dos
sistemas de producción de alimentos (milpa y café) y conservación del entor=
no
ambiental de las regiones de Oaxaca. Por ello la importancia de implementar
acciones para la conservación de estos sistemas productivos campesinos y
ancestrales, que contribuyen a la soberanía y economía local y nacional.
METODOLOGÍA
La metodología
utilizada es de carácter mixto, con la revisión de documentos históricos, d=
atos
estadísticos y análisis comparativos de censos agropecuarios de la producci=
ón
de café y maíz disponibles en estadísticas gubernamentales; además de la
observación participante. En cuanto a la obtención de información directa e=
n campo,
se realizó utilizando diversas herramientas participativas tomadas de Geilfus (2002): observación participante, diagnósticos
participativos, diálogos semiestructurados, mapeos de recursos naturales y =
uso
de la tierra, gráficos de sistemas de producción.
En la comunidad=
de
Río Seco, Zoquitlán, en donde la mayoría de las
familias siembran maíz para el autoconsumo y maguey como actividad económica
principal, se realizó la recolección de datos mediante técnicas de observac=
ión
participante, diálogos con miembros del hogar e informantes claves. Las
actividades de investigación incluyen el acompañamiento en la siembra y cos=
echa
en las parcelas y en la elaboración de sus alimentos a base de los insumos
recolectados en la comunidad, por miembros de las familias.
En tanto para la
comunidad de Pluma Hidalgo, se identificaron a las familias productoras de =
café
y se aplicaron diversas técnicas participativas como el diálogo
semiestructurado, con miembros del hogar y pertenecientes a grupos de traba=
jo
con los que desde hace tres años se ha venido trabajando en procesos de dis=
eño
y aplicación de experiencias turísticas y transformación de frutos.
También se
aplicaron herramientas como el mapeo de recursos naturales y uso de la tier=
ra;
diagnósticos participativos de los sistemas de producción, mediante la
clasificación de las fincas y censo de problemas en la finca y los gráficos
históricos del sistema de producción.
Cada una de las
herramientas de recolección de datos se realizó en los hogares y en las
parcelas, dando acompañamiento a las actividades que realizan las familias,
para mayor comprensión de las dinámicas familiares y de producción de
alimentos.
DESARROLLO
Los campesinos =
son
uno de los sectores de gran relevancia en la sociedad, ya que son quienes
siembran, cuidan y cosechan los alimentos, que son consumidos en los hogare=
s,
ya sea cercanos a los campos de cultivo o en las grandes ciudades. Por ello=
se
han desarrollado algunas teorías sociológicas para el estudio de las dinámi=
cas
de producción, relaciones con la tierra y con los demás seres vivos.
Durante la historia de la humanidad, se han creado categorías para
agrupar a quienes trabajan la tierra, cosechan los frutos y vegetales, dedi=
can
espacio para el cuidado de animales domésticos; van desde denominarlos agri=
cultores,
productores, labradores, campesinos, granjeros, con sus diversas implicacio=
nes
sociales.
Eric Wolf (1971) menciona que el campesino siembra y recoge las
cosechas en torno al hogar que ha construido en el campo, lejos de ver la
actividad productiva como un mero negocio en el que sólo importe las gananc=
ias
que se puedan generar con la explotación de la tierra. Hace una diferencia
entre el campesino y el labrador primitivo, al colocar al campesino como
perteneciente a una sociedad amplia y compleja; mientras que a la sociedad
primitiva la describe con carácter independiente, porque controlan los medi=
os
de producción, definen las equivalencias de los productos y servicios que
intercambian y el valor del trabajo. =
span>
En la sociedad
primitiva, los excedentes son intercambiados directamente entre grupos o
miembros de grupos. En cambio, los campesinos son labradores y ganaderos
rurales cuyos excedentes son transferidos a un grupo dominante de gobernant=
es
que los emplea para asegurar su propio nivel de vida y que distribuye el
remanente a los grupos sociales que no labran la tierra, pero que han de ser
alimentados a cambio de otros géneros de artículos que ellos producen (Wolf,
1971, p.12).
Hace un análisis
desde las relaciones económicas y del hogar de los grupos campesinos, ya que
ahí se definen las necesidades y condiciones para realizar las labores del
campo que garanticen la producción constante. En las que las unidades de
producción familiar representan dinámicas de traspaso generacional de las t=
ierras
de cultivo y de las incorporaciones mediante matrimonios.
En este sentido=
. Shanin, en el texto “Campesinos y sociedades campesin=
as”
considera a la familia campesina como el núcleo básico de la sociedad, en la
que la que todos sus integrantes se dedican a la actividad agrícola, produc=
ir
lo necesario para cubrir sus necesidades y aportar a la estructura política=
y
económica.
Menciona que en
Rusia la familia campesina estaba compuesta por parientes de entre dos o tr=
es
generaciones. “La familia era la unidad básica de producción, consumo,
propiedad, socialización, sociabilidad, apoyo moral y ayuda económica
recíproca” (Shanin, 1979, =
p.27).
En tanto, Diaz Polanco (1975), en su Análisis de los movimientos
campesinos, define particularidades para agrupar a las familias del sector
rural: campesino parcelario, de comunidades indígenas, jornaleros agrícolas,
artesanos y peones. Expresa que la empresa agrícola campesina se caracteriza
por relaciones de parentesco, laborar con tecnología rudimentaria y división
del trabajo simple.
Campesino es to=
do
aquel trabajador rural que se dedica al cultivo de la tierra o actividades
pecuarias, en compañía de su familia, sin importar el régimen jurídico que =
le
corresponda (pequeño propietario, aparcero, etc.); su empresa no está basada
principalmente en la explotación de fuerza de trabajo asalariada; sino en m=
ano
de obra que él mismo y los miembros de su familia aportan (Diaz Polanco, 19=
75, p.45).
Mientras que Ba=
rtra
afirma que los campesinos son polifónicos, debido a que además de los produ=
ctos
que integran al mercado bienes y servicios de índole social, ambiental y
cultural; generan empleos e ingresos a menor costo que la industria, en los
tiempos en que México ha perdido autosuficiencia, seguridad y soberanía
alimentaria; restauran y preservan las culturas originarias con sus saberes
productivos y prácticas agrícolas ancestrales; y tienen dentro de sus virtu=
des
el equilibrio entre lo económico y social, con relaciones armoniosas con el
ambiente, por el bajo o nulo empleo de agroquímicos. Enfatiza que es urgent=
e un
nuevo modelo de desarrollo con soberanía alimentaria y laboral, debido a que
los trabajadores rurales siguen batallando por tener futuro y que, de no
atenderse, la sociedad en general enfrentará las consecuencias, ya que la
población mexicana depende de la producción del campo.
De seguir, así =
las
cosas, en unos cuantos años el campo mexicano, que ya es zona de desastre,
devendrá un páramo agropecuario y también un páramo social. Y el destino de=
los
campesinos es el destino de todos los mexicanos. No sólo porque la devastac=
ión
rural se extiende dramáticamente a las ciudades a través de la migración, s=
ino
también porque un país incapaz de producir sus propios alimentos y de gener=
ar
empleos estables y dignos para todos, es una nación minusválida y arrodilla=
da
frente al imperio. Un pueblo sin futuro (Bartra, 2006, p.42).
En este sentido=
se
puede definir como campesinos a las personas que producen la comida requeri=
da
por la sociedad, ya que cultivan los alimentos, sin importar el género ni
posición económica, ni la propiedad de la tierra (comunal, ejidal o privada=
).
Incluye desde la siembra, cuidado y cosecha de los frutos, vegetales, grano=
s y
parte de la transformación e intercambio; pero también crían en mayor o men=
or
escala animales domésticos. Generalmente se encuentran en zonas rurales, con
conocimientos empíricos y técnicos sobre agricultura y ganadería, de acuerdo
con los cultivos de cada región. Con profundo apego y respeto a la tierra,
viven en armonía con los demás seres vivos con los que conviven diariamente=
y
comparten el territorio.
En comunidades
pequeñas de Oaxaca el trabajo campesino está ligado a prácticas solidarias
entre familiares y vecinos, denominadas “mano vuelta”, “tequio”, “gueza”, entre otros; debido a que las personas se reú=
nen
para apoyarse en las labores de las parcelas y se van rotando las actividad=
es y
espacios, además se comparte e intercambia lo que se cosecha, sin necesidad=
de
poner un precio a los productos o servicios.
Como lo conside=
ran
los autores antes mencionados, las y los campesinos, en pequeña o gran esca=
la,
contribuyen a la alimentación de la población, con la disposición de alimen=
tos
sanos, con costos adecuados y preferencia culinaria de las regiones.
Son la base par=
a la
soberanía alimentaria que necesita el mundo; soberanía alimentaria, más que=
un
término, es una forma de vida en constante transformación, movimiento y
organización. Retomando la definición de Vía campesina (2021), desde donde =
se
proponen estrategias de priorización de economías locales, derechos de la
tierra y protección del territorio, comercio justo.
Soberanía
alimentaria es el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalm=
ente
adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su der=
echo
a decidir su propio sistema alimentario y productivo. Esto pone a aquellos =
que
producen, distribuyen y consumen alimentos en el corazón de los sistemas y
políticas alimentarias, por encima de las exigencias de los mercados y de l=
as
empresas. Incluye y defiende los intereses de las futuras generaciones (Vía
campesina, 2021, p.7).
Las y los
productores son como las semillas de las relaciones sociales, económicas y
ambientales, en las que se sostiene la vida, la cultura y el futuro de las
naciones; en las que se entrelazan historias de los ancestros, la población
actual y las nuevas generaciones.
RESULTADOS Y
DISCUSIÓN
De la investigación documental se encontró que existe una latente
necesidad de incrementar la producción de alimentos, mejorar la distribució=
n y
conservación, para sostener a la humanidad (más de 8 mil millones de person=
as)
que habitan el planeta y diariamente consumen alimentos, pero sobre todo se
busca alcanzar la soberanía alimentaria. En el Informe “El Estado de la
Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el mundo 2024”, se indica que duran=
te
2023 se registró prevalencia del hambre en el mundo, por lo que no se tuvo
avances en uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, “Hambre cero”; al
registrarse una estimación de 733 millones de personas que padecieron hambre
durante ese año.
Tras dispararse
entre 2019 y 2021, el hambre mundial, medida por la prevalencia de la subal=
imentación,
se ha mantenido tres años consecutivos prácticamente en el mismo nivel, y
en 2023 seguía afectando al 9,1 % de la población, frente al
7,5 % en 2019.
Se calcula que,
entre 713 y 757 millones de personas, que suponen respectivamente
entre el 8,9 % y 9,4 % de la población mundial, podrían haber
padecido hambre en 2023. Si se considera el valor medio (733 millones), se
trata de unos 152 millones de personas más que en 2019 (FAO, 2024, p.5).
En este sentido las cifras sobre la población dedicada a la producc=
ión
de alimentos, según el comunicado de la FAO (2023), “E=
stimating
global and country-level e=
mployment
in agrifood systems=
”, a
nivel mundial tan sólo 1 230 millones de personas están involucradas en los
sistemas agroalimentarios, de los cuales 857 millones se dedican a la
producción agrícola. Estas cifras son de gran importancia debido a que la
población que produce sus propios alimentos, son quienes destinan una parte
para el consumo familiar y los excedentes para el intercambio.
En México, según datos del Censo Agropecuario 2022, reportan que los
trabajadores del campo son 26 984 247, de ellos 22 666 759 son hombres (84 =
%) y
4 317 488 mujeres (16 %). Además d=
e que
la superficie de uso agrícola ha disminuido, ya que en el censo de 2007 se
reportaron 29 902 092 hectáreas, mientras que en 2022 bajó a 29 806 776
hectáreas, lo que representa una disminución de 95 316 hectáreas.
De las unidades=
de
uso agrícola declaradas en el 2022, sólo 25 703 081 hectáreas estaban activ=
as:
sembradas 21 635 876 hectáreas, no sembradas 4 067 206 hectáreas. Se especi=
fica
que la superficie no sembrada se debió a que 2 245 750 hectáreas estaban en
descanso y las otras 1 821 456 hectáreas no se cultivaron por factores como
falta de crédito, mal temporal, por enfermedad, falta de dinero, apoyos y m=
ano
de obra, entre otros. Entre los principales cultivos anuales figuran: maíz,
sorgo, trigo, papa y frijol, mientras que en los perennes: caña de azúcar,
alfalfa, naranja, limón, agave y plátano. El café dejó de aparecer entre los
principales cultivos. La tabla 1 muestra las hectáreas sembradas y las
toneladas cosechadas del sistema milpa a nivel país, reportadas en el Censo
Agropecuario 2022.
34.6 millones de
toneladas de los principales granos que se producen en el país. La mayor pa=
rte
se produce en los estados del Pacífico, seguidos muy de cerca por la produc=
ción
en los estados del Norte. Seis ent=
idades
federativas concentran el 63.8 % de la producción: Sinaloa, Jalisco, Tamaul=
ipas,
Guanajuato, Michoacán de Ocampo y Sonora (INEGI, 2023, p.20).
En cuanto a los
frutos, de las 18.3 millones de toneladas, 65.1 % se produce en los estados=
de
Veracruz, Michoacán, Tabasco, Tamaulipas, Jalisco y Colima. Mientras que en=
las
hortalizas del 10.4 millones de toneladas, 62.9 % de la producción se conce=
ntra
en Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Guanajuato, Zacatecas, Puebla y Jalisco.
Superficie sembrada y producción nacional de maíz y frijol
Hectáreas sembradas |
Toneladas cosechadas |
|
Maíz grano blanco |
6
077 029 |
21
926 226 |
Maíz grano amarillo |
710
273 |
3
476 543 |
Frijol |
1
909 374 |
967
403 |
Fuente: =
elaboración propia con datos del Censo Agropecuario (2022).
En tanto, en Oaxaca se reportaron 1 112 427 hectáreas de superficie
agrícola, de las cuales 906 160 hectáreas corresponden a superficie sembrad=
a y
206 267 hectáreas no sembradas (136 786 hectáreas en descanso y 69 481
hectáreas no sembradas por otros motivos). Con un total de mano de obra 2 3=
53
299: 1 948 105 hombres (82.8 %) y 405 194 mujeres (17.2%).
En los cultivos
anuales se reportaron: maíz, calabaza, sorgo, frijol, sandia y tomate rojo;
mientras que para los cultivos perennes figuran: caña de azúcar, pasto
cultivado, mango, papaya, limón, piña, alfalfa, agave, plátano y café.
Tabla 2
Superficie sembrada y producción de cultivos anuales y perennes
(Oaxaca)
Cultivo |
Hectáreas sembradas |
Toneladas cosechadas |
Maíz grano blanco |
364
354 |
324
337 |
Calabaza y calabacita |
26
877 |
92
105 |
Maíz grano amarillo |
35
833 |
47
049 |
Frijol |
64
863 |
12
847 |
Sandia |
1
136 |
12
006 |
Tomate |
728 |
9
487 |
Mango |
28
774 |
250
854 |
Limón |
33
524 |
201
960 |
Agave |
37
885 |
116
603 |
Plátano |
8
314 |
55
924 |
Café |
69
883 |
30
441 |
Fuente: =
elaboración propia con datos del Censo Agropecuario (2022).
Resultado de la
aplicación de herramientas participativas: entrevistas, diálogos e informac=
ión
participante con productores del sistema milpa de Río Seco y de café de Plu=
ma
Hidalgo, Oaxaca se obtuvieron datos relevantes que muestran la resistencia =
de
los campesinos por conservar la producción mediante policultivos, esenciale=
s de
los sistemas alimentarios regionales.
Río Seco es una=
de
las localidades del municipio de Santa María Zoquitlán=
,
pueblo originario que obtuvo sus Títulos Primordiales en la época de la
Colonia, en noviembre de 1758, en los que la Corona Española concedió la
posesión de propiedad colectiva de los terrenos con colindancias definidas,=
en
los que desde hacía tiempo estaban viviendo y trabajando, como se puede
constatar en documentos resguardados en el Archivo General de la Nación.
En la zona
predomina el clima semi árido con lluvias en verano, con vegetación de selva
baja caducifolia y bosque de pino y encino en algunas montañas que rodean la
población. Con frutas silvestres que son el alimento de las aves y también =
son
recolectadas por las familias, ya sea para consumo directo, transformarlos =
en
productos menos perecederos o el intercambio local.
Según algunos
relatos de los abuelos, en Río Seco, desde sus antepasados han basado su
alimentación en la producción local; siendo el maíz, frijol, chilacayote,
calabaza y chiles lo que se ha cosechado, ya sea de temporal o de riego, ya=
que
cuentan con el Río Seco, que anteriormente tenía agua por lo menos medio añ=
o.
Los frutos silvestres como las cactáceas (jiotilla, pitaya, pitahaya, tunil=
lo),
mango, ciruela se han recolectado durante los meses de maduración. Los
chapulines, insectos comestibles, han estado incorporados a la gastronomía
local y crecen en el sistema milpa, junto con las plantas silvestres
comestibles.
En la producción de maíz, que la familia Cortés Hernández desde sus
antepasados venían realizando, asociado con frijol, calabaza y maguey en
algunas parcelas, les ha tocado la pérdida total de las cosechas por falta =
de
lluvias suficientes y en temporadas adecuadas para la siembra y crecimiento=
de
las plantas (siembra de temporal del año 2023), así también en algunos años,
por exceso de crecimiento del rio que se lleva los sembradíos, como en 2017=
que
dejó sin cosechas a más de 80 familias.
Para sortear las
adversidades y continuar con los cultivos, base de la alimentación de la
población, han invertido la asociación de cultivos, dejando como principal =
el
maguey, por ser más resistente a la sequía, se ha incrementado su producció=
n y
durante los 5 y 8 años que tarda en madurar, se siembran los cultivos anual=
es
maíz, frijol y calabaza, los cuales aportan nutrientes para el agave. Así
también al tener mejor valor comercial el mezcal, la siembra de maguey (aga=
ve)
se ha incrementado, ya que Santa María Zoquitlán
figura como uno de los principales municipios mezcaleros por tradición y
calidad del mezcal; además se encuentra en las regiones que comprende la
denominación de origen.
Así también, ca=
be
mencionar que algunos campesinos de la comunidad han incorporado otros cult=
ivos
que anteriormente no se tenían, como en el año 2024 que sembraron chile
Figura 1
Productos cosechados en la parcela familiar
Fuente:<=
/i> Tomada en enero de 2025 en la localidad Río Seco, Oaxaca.
Con la
implementación de estas acciones productivas se contribuyó a la diversifica=
ción
de cultivos, incorporándose a los que históricamente se han sembrado en los
terrenos de riego: papaya, limón,
sandía, melón, chile, tomate rojo y verde. Además de las demás plantas que
crecen de manera silvestre y son parte de la cultura alimenticia; diversida=
d de
quelites, chiles, tomates, frutos de cactáceas, mango y ciruela. Persisten =
los
esfuerzos por conservar la producción y diversificación de alimentos, aun
cuando por el cambio climático hay menos probabilidades de predecir los mes=
es
de lluvia para la siembra, le siguen apostando a la agricultura familiar, s=
in
tener la certeza de que van a cosechar el fruto de su trabajo.
Aunque los terr=
enos
de cultivo se encuentran en la parte externa de la zona de viviendas, ya se=
a en
las montañas o en las cercanías del río, son un importante punto de reunión
tanto familiar como comunal, sobre todo en los días de siembra, deshierbe y
cosecha; en los que se comparte trabajo, alimentos y hermandad.
Mientras que en
Pluma Hidalgo la producción de café bajo sombra pasó de ser un cultivo
meramente comercial, a formar la identidad de la comunidad, que dio origen =
al
poblado, en la época histórica del Porfiriato. En donde se construyeron los
hogares en las mismas tierras destinadas al cultivo del aromático, acompaña=
dos
de la diversidad de árboles maderables, frutales, flores exóticas y nativas,
junto a los animales silvestres y domésticos.
El café en Oaxa=
ca
como una alternativa económica a la caída de los precios de la grana
cochinilla, la cual había sido la fuente de ingresos para la región. La
introducción del aromático, que no sólo se adaptó a las condiciones climáti=
cas
y orográficas de la Sierra Sur y Costa, sino que mejoró la calidad de la
semilla originalmente traída de otras tierras, como lo relata Rojas, Basilio
(1996).
El poblado fue
reconocido de manera oficial en la sesión del 30 de noviembre de 1880, por =
el
decreto aprobado en la Cámara de Diputados de Oaxaca, y publicado en el
Periódico Oficial del Gobierno del Estado los primeros días del mes de
diciembre del mismo año.
Decreto Núm. 14
Artículo 1° Se
erige en pueblo la asociación establecida en el cerro de la “Pluma,” del di=
strito
de Pochutla, bajo la denominación de “La Pluma de Hidalgo”.
Art.2°. El ejecutivo dictará sus órdenes para que a dicho pueblo se le
nombren sus respectivas autoridades municipales y judiciales que, según las
leyes de la materia, le correspondan, y para que se fijen los límites de la
jurisdicción que deban ejercer (La victoria,1880, p.97).
Durante al menos 30 años, Pluma Hidalgo formó su cultura y economía=
en
torno a la producción del aromático. El ecosistema, la dedicación de los
campesinos y las políticas públicas de impulso al campo contribuyeron a
consolidar el municipio como centro productor y de acopio de café de alta
calidad, que se exporta a Canadá, Estados Unidos de América y países de Eur=
opa.
Según datos históricos, de 1912 a 1913 se exportaron más de 15 mil toneladas
que se embarcaron tan sólo en el muelle de Puerto Ángel, Oaxaca. Y en 1954
salieron de ese mismo puerto 44 286 sacos de 60 kilogramos y de Puerto
Escondido 10 141 con destino a Estados Unidos. “Para el periodo 1912-13 sól=
o se
consignan que fueron exportadas 15,101 toneladas en 12 embarcaciones” (Rojas
Basilio, 1996. p.107).
El Instituto
Mexicano del Café (INMECAFE), por 30 años impul=
só la cafeticultura mediante acompañamiento técnico,
investigación aplicada, créditos, regulación de precios, búsqueda de mercad=
os,
así lo señala Pérez (2013) “en el periodo de 1958 a 1989 el INMECAFE
fue el respónsale de la política cafetalera nacional” (p.190).
Hasta su desaparición en 1989 con lo que se entra a una etapa de crisis, po=
r la
variabilidad de los precios, además de los efectos del cambio climático.
Según testimoni=
os
de los productores, por la caída de los precios, a falta de programas para =
la cafeticultura, se inició con el abandono de los culti=
vos y
en 1997 con la llegada del huracán Paulina en el mes de octubre, quedaron
devastadas las zonas agroforestales de la región, además de que los
agricultores se tuvieron que enfrentar a una enfermedad del cafeto, la roya=
(Hemileia vastatrix), poni=
endo en
una situación complicada a las familias productoras.
Aun con la
implementación de diversas acciones para levantar los cultivos, en junio de
2012, el huracán Carlotta vuelve a destruir la =
zona
cafetalera de la Sierra Sur y Costa, con los fuertes vientos y posteriormen=
te
la presencia de la plaga de la broca (Hypothenemus hampei) que perjudica al fruto del café; y en mayo de=
2022
el huracán Agatha vuelve a dañar los cultivos, árboles maderables y viviend=
as.
La persistencia de las familias productoras de café ha sido de gran
impacto para conservar la biodiversidad y la producción de alimentos, ya qu=
e la
especie de café, Coffea arábica, que se cultiva=
en
Oaxaca, requiere de suficiente sombra, recuperar los árboles maderables y
frutales, plantas y animales silvestres, la asociación de cultivos y la
conservación de suelos y agua; factores indispensables que han hecho que se
conserve la excelencia del café que tiene la zona.
La finca Maravi=
llas
es prueba de que la dedicación y mezcla de conocimientos tradicionales
heredados de sus antepasados y los técnicos adquiridos durante su formación
profesional y diversos cursos que ha tomado el Ingeniero Guilebaldo
Aragón; quien ha tenido épocas de abundantes cosechas y otras en las que ha
iniciado prácticamente de cero, debido a los huracanes Paulina, Carlotta y Agatha.
Tan sólo en 202=
2,
Agatha devastó sus cultivos agroforestales de más de cuarenta hectáreas de
café, 30 de plátano, guanábana y cacao; lo que implicó realizar acciones de
reforestación, podas, siembra de plántulas de café, cacao y árboles frutale=
s.
En un recorrido=
por
su parcela en junio de 2022, mostró la devastación (figura 2) que el recien=
te
huracán había hecho: deslaves, caída de plantas de cacao, plátano, café,
guanábana y árboles maderables, que dificultan caminar por la finca.
Los siguientes =
dos
años para esta familia han sido de intenso trabajo e inversión de recursos =
para
hacer florecer las parcelas. En el tercer corte de este año (2025) señalaron
algunas de las plantas de café que respondieron favorablemente a la poda y
ahora están en producción, también las nuevas que sembró, de las variedades:
pluma, sarchimor, bourbón<=
/span>
amarillo y rosa, marsellesa, geisha, colombia, =
entre
otras. Figura 2 Plantas de café en el huracán y 3 años después =
Fuente:<=
/i> Fotos en finca Maravillas. Junio 2022 (2) y enero 2025 (3). Relató que antes del huracán Agatha cosechaba 160 quintales (de 46 =
kilo
c/u), aun con los efectos del cambio climático, ciclones con vientos
huracanados y sequías prolongadas e inusuales que afectan la producción. Esta finca lleg=
ó a
dar 600 quintales de café antes de Paulina, ahora máximo serán unos 50
quintales, y mensualmente se cosechaban 24 toneladas de plátano, ahora apen=
as
estamos alcanzando los 1200 kilos. Nada más con Agatha perdí más de 15 mil
matas de café, toda la platanera, el cacao, los árboles de sombra y demás
frutales (Aragón, G., comunicación personal, 26 de enero de 2025). Además de las
plantas que generan productos alimenticios y de impacto para la economía
familiar, también ha sembrado en los últimos dos años, más de 16 mil árboles
maderables, que son parte esencial en la conservación del entorno
socioambiental, brindan nutrientes y sombra tanto al cafetal como a las ave=
s y
mamíferos, lo que hace que se conserve la calidad del café que caracteriza a
Pluma Hidalgo. Mientras que en=
Río
Seco (región Valles Centrales) predomina la Selva baja caducifolia en la que
crecen matorrales, cactáceas, agaves y arbustos, que durante la temporada de
lluvias le dan un aspecto completamente verde a la zona; en Pluma Hidalgo
(región Costa) predomina la vegetación de Bosque mesófilo de montaña que
durante todo el año conserva su follaje. Así también cada
comunidad se encuentra dentro de las denominaciones de origen que ostenta
Oaxaca, la del mezcal (1994) y la del café Pluma (2020), respectivamente, p=
or
sus técnicas ancestrales de cultivo y transformación de la materia prima. T=
anto
la siembra de maíz con los cultivos asociados en Río Seco, Zoquitlán,
como la producción de café en Pluma Hidalgo son parte fundamental de la
conservación de los sistemas agroalimentarios de la región de Valles Centra=
les
y Costa respectivamente; además del aporte a la soberanía alimentaria del
estado con productos de calidad y libres de agrotóxicos. Aun cuando a ni=
vel
nacional las estadísticas muestran toneladas de producción de alimentos, es
importante la labor que realizan las familias campesinas por conservar los
cultivos históricos, que han sido parte de la identidad de los pueblos; sob=
re
todo en los tiempos actuales en que es poca la presencia de las y los jóven=
es
en las labores agrícolas, lo que genera incertidumbre en la continuidad de =
la
agricultura familiar. Es urgente que =
se
implementen programas desde el sector gubernamental, educativo y comunitari=
o,
para evitar el abandono del campo, ya que desde las comunidades rurales es
donde se puede avanzar hacia la soberanía alimentaria, porque la producción=
de
alimentos parte desde las necesidades de consumo culturales, en armonía con=
la
naturaleza, siendo parte de ella y no como un elemento aislado. CONCLUSIONES El sistema agroalimentario de la milpa y la producción de café en
sistemas agroforestales han sido una forma tradicional de mantener la auton=
omía
de las regiones de Oaxaca, ya que sostienen la producción de alimentos que =
se
consumen e intercambiados de manera interna y externa para solventar las
necesidades de las familias. La agricultura familiar contribuye de manera
directa a la conservación del territorio, el cuidado de los ecosistemas y a=
la
soberanía alimentaria de las comunidades, ya que produce los alimentos
necesarios para alimentar a la población local y regional, a partir de las
necesidades específicas de la cultura alimentaria. Los productores
agropecuarios son la base para alcanzar la soberanía alimentaria, pero se
requieren políticas públicas que impulsen al pequeño, mediano y gran produc=
tor,
debido a que cada sector tiene una misión específica desde solventar las
necesidades de alimentación de la familia, producir para la demanda local,
sostener la economía del país y la venta al exterior, con posibilidades de
subir de nivel productivo. Gracias a que los agricultores siguen trabajando=
la
tierra, apostándole a la producción de alimentos y acciones de protección d=
el
entorno ambiental, es que la población mexicana puede disfrutar de frutos,
vegetales y granos de calidad, para sostener la vida y evitar depender del
exterior. Así también se
puede seguir viviendo en entornos sanos, con flora y fauna nativa, calidad =
de
aire, suelo y agua. Algunas formas de contribuir a la labor socio ambiental=
que
realizan las comunidades campesinas, es reconocer el trabajo que realizan l=
os
grupos productivos. Como ciudadanos, adquirir los productos directamente de=
las
familias productoras, pagar el precio justo y hacer alianzas para integrar
valor agregado a la materia prima; las instituciones públicas dar
acompañamiento técnico y capacitaciones de agroindustria sin costo para los
productores; coordinar acciones de comercialización y promoción de lo que
produce cada región; destinar apoyos para fortalecer los cultivos y en
situaciones de desastres ambientales incrementar los incentivos. Todo recurso
invertido en el campo siempre será una buena opción, ya que el incremento e=
n la
producción de alimentos contribuye a encaminar a los países a la tan anhela=
da
soberanía alimentaria que todos buscan alcanzar. Aporta a fortalecer la
economía, la salud y el intercambio de productos de manera local, nacional e
internacional. REFERENCIAS Archivo General=
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en línea: 2789-3855, agosto, 2022, Volumen 3, Número 2, p. 1