MIME-Version: 1.0 Content-Type: multipart/related; boundary="----=_NextPart_01DB2EA4.05E80E90" Este documento es una página web de un solo archivo, también conocido como "archivo de almacenamiento web". Si está viendo este mensaje, su explorador o editor no admite archivos de almacenamiento web. Descargue un explorador que admita este tipo de archivos. ------=_NextPart_01DB2EA4.05E80E90 Content-Location: file:///C:/CD2ADD1A/1197_CastilloCortez.htm Content-Transfer-Encoding: quoted-printable Content-Type: text/html; charset="us-ascii"
DOI: https://doi.org/10.56712/latam.v5i5.2922
Influencia de las pausas activas en la concentración y
rendimiento matemático de estudiantes de bachillerato con TDAH
Influence of
active pauses on the concentration and mathematical performance of ADHD
students
Orlin Alexis Castillo Cortez
ocastilloc3@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0009-0001-0262-3303
Universidad Est=
atal
de Milagro
Arajuno –
Ecuador
Adela Alexandra Ch=
eza
Castro
achezac@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0009-0008-0524-7156
Universidad Est=
atal
de Milagro
Tulcán
– Ecuador
Francisco Fernando Figueroa Sacó=
n
fsacon7@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0009-0007-4945-5929
Universidad Est=
atal
de Milagro
Santo Domingo
– Ecuador
Verónica Elizabeth Revelo
Gordón
veroeliza910@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0000-0080-6344
Universidad Est=
atal
de Milagro
Tulcán
– Ecuador
Nelson Arturo Rosas Páez
inforeduca18@gmail.com
https://orcid.org/0009-0000-7526-8181
Universidad Est=
atal
de Milagro
Tulcán
– Ecuador
Artículo recibido: 17 de octubre de 202=
4.
Aceptado para publicación: 04 de noviembre de 2024.
Conflictos de
Interés: Ninguno que declarar.
Resumen
Esta
investigación analiza la influencia de las pausas activas en la
concentración y el rendimiento matemático de estudiantes de
bachillerato con Trastorno por Déficit de Atención e
Hiperactividad (TDAH). Se realizó un estudio experimental con 60
estudiantes divididos en grupo control y grupo experimental. El grupo
experimental realizó pausas activas durante las sesiones de estudio.=
Los
resultados indican una mejora significativa en la concentración y el
rendimiento matemático del grupo experimental en comparación =
con
el grupo control. Estos hallazgos sugieren que las pausas activas pueden ser
una estrategia efectiva para mejorar el rendimiento académico de
estudiantes con TDAH.
Palabras clave: TDAH, pausas activas,
concentración, matemática
Abstract
This research examines the influence of active breaks on the
concentration and mathematical performance of high school students with
Keywords: ADHD, active
pauses, concentration, mathematics
Todo el contenido
de LATAM Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales y Humanidades,
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Cómo citar: Castil=
lo
Cortez, O. A., Cheza Castro, A. A., Figueroa
Sacón, F. F., Revelo Gordón, V. E., & Rosas Páez, =
N.
A. (2024). Influencia de las pausas activas en la concentración y
rendimiento matemático de estudiantes de bachillerato con TDAH. LATAM Revista Latinoamericana de Cienc=
ias
Sociales y Humanidades 5 (5), 4259 – 4281. https://doi.org/10.56712/<=
span
class=3DSpellE>latam.v5i5.2922
INTRODUCCIÓN
El Trastorno por Déficit de Atenci&oacu=
te;n
e Hiperactividad (TDAH) es una condición neurobiológica que
afecta aproximadamente al 5% de los niños y adolescentes a nivel
mundial, según la Asociación Americana de Psiquiatría
(APA). Este trastorno se caracteriza por la presencia persistente de
inatención, hiperactividad e impulsividad, lo que conlleva a
dificultades significativas en contextos educativos y sociales. Los estudia=
ntes
de bachillerato con TDAH enfrentan desafíos particulares en su rendi=
miento
académico, especialmente en áreas que requieren una alta
concentración y habilidades cognitivas, como las matemáticas.=
Las matemáticas presentan uno de los
mayores desafíos para los estudiantes con TDAH debido a la necesidad=
de
mantener un enfoque constante en problemas complejos que requieren
atención a detalles precisos. La concentración es crucial par=
a el
aprendizaje de conceptos matemáticos y la resolución de
problemas. La falta de esta habilidad puede llevar a una disminución=
del
rendimiento académico y a una mayor frustración en los
estudiantes (González, 2020). En este contexto, las pausas activas
emergen como una estrategia pedagógica potencialmente beneficiosa. E=
stas
son breves interrupciones durante la jornada escolar para realizar activida=
des
físicas ligeras, con el objetivo de revitalizar cuerpo y mente, mejo=
rar
la concentración y reducir el estrés.
Diversos estudios sugieren que las pausas acti=
vas
tienen efectos positivos en la atención y el rendimiento
académico. Por ejemplo, Rodríguez y Pérez (2021) encon=
traron
que los estudiantes que participan en pausas activas muestran mejoras en su
capacidad de concentración y un rendimiento académico general
más alto. Sin embargo, el impacto específico de las pausas
activas en estudiantes con TDAH, especialmente en su desempeño en
matemáticas, es un área que aún requiere mayor
investigación.
En el entorno educativo, los profesores y administradores escolares buscan constantemente estrategias efectivas para mejorar la concentración y el rendimiento académico de estos = estudiantes. Una de las intervenciones emergentes que ha ganado atención en los últimos años son las pausas activas. Estas son breves interrupciones durante las sesiones de estudio o clases, en las que se real= izan actividades físicas ligeras con el objetivo de mejorar la atención y reducir el estrés. Diversos estudios han demostrado que las pausas activas pueden ser beneficiosas no solo para los estudiantes= con TDAH, sino también para la población estudiantil en general.<= o:p>
El contexto social en el que se implementan es=
tas
estrategias es crucial para su éxito. Las pausas activas deben ser
integradas de manera sistemática y apoyadas tanto por la comunidad
educativa como por los padres de familia. Es fundamental que exista una com=
prensión
amplia sobre los beneficios de estas intervenciones y una disposició=
n a
adaptar los métodos de enseñanza tradicionales para incluir
momentos de actividad física. Además, la inclusión de =
las
pausas activas en el currículum puede contribuir a una mayor
aceptación y normalización de las necesidades especiales de l=
os
estudiantes con TDAH, promoviendo un ambiente más inclusivo y
comprensivo.
El uso de pausas activas en el contexto educat=
ivo
de estudiantes de bachillerato con TDAH no solo tiene el potencial de mejor=
ar
su concentración y rendimiento en matemáticas, sino que
también promueve un enfoque educativo más holístico y
sensible a las necesidades individuales. La implementación efectiva =
de
estas estrategias requiere un esfuerzo colaborativo y una adaptación
constante para asegurar que todos los estudiantes puedan alcanzar su
máximo potencial académico y personal.
El problema central que se aborda en esta
investigación es la influencia de las pausas activas en la
concentración y el rendimiento en matemáticas de los estudian=
tes
de bachillerato con TDAH. La hipótesis subyacente es que la
implementación de pausas activas puede mejorar significativamente la
capacidad de estos estudiantes para concentrarse durante las lecciones de m=
atemáticas
y, en consecuencia, mejorar su rendimiento académico en esta materia.
Para abordar este problema, se plantean las siguientes preguntas de
investigación: cómo las pausas activas influyen en la
concentración y el rendimiento matemático de estudiantes de
bachillerato con TDAH. Se pretende determinar si la incorporación de
estas pausas en la rutina escolar puede ser una intervención efectiva
para mejorar la atención y, en consecuencia, el rendimiento
académico en matemáticas.
El objetivo de la investigación es eval=
uar
la influencia de las pausas activas en la concentración y rendimiento
matemático de estudiantes de bachillerato con TDAH y a su vez, anali=
zar
el impacto de las pausas activas en el rendimiento matemático,
identificar las percepciones de los estudiantes y docentes sobre la efectiv=
idad
de las pausas activas en la mejora del rendimiento académico y
determinar el impacto de las pausas activas en los niveles de
concentración de los estudiantes de bachillerato con TDAH durante las
clases de matemáticas.
El marco teórico de esta
investigación se basa en tres pilares fundamentales: la teoría
del TDAH, los principios de la neurociencia cognitiva aplicada a la
educación y los beneficios documentados de la actividad física
sobre la función cognitiva. Según Hernández (2019), el
TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que afecta las funciones ejecutivas
del cerebro, tales como la regulación de la atención, la
planificación y el control de impulsos. Estas funciones son
críticas para el aprendizaje académico, especialmente en
áreas que requieren un procesamiento cognitivo elevado, como las
matemáticas. La neurociencia cognitiva ha demostrado que la
atención sostenida y la capacidad de concentración son factor=
es
cruciales en el proceso de aprendizaje (López y Ramírez, 2020=
). Las
pausas activas pueden influir en la plasticidad cerebral, promoviendo un me=
jor
rendimiento cognitivo a través de la activación de circuitos
neuronales relacionados con la atención y la memoria de trabajo.
Numerosos estudios han mostrado que la actividad física mejora la
función cognitiva, incluyendo la memoria, la atención y la
velocidad de procesamiento (Martínez et al., 2020). Las pausas activ=
as,
al incorporar ejercicios físicos breves, pueden proporcionar estos b=
eneficios
cognitivos a los estudiantes, facilitando una mejor concentración y
rendimiento académico.
Esta investigación es de gran relevancia
para el campo de la educación inclusiva y la pedagogía
adaptativa, ya que ofrece una posible estrategia para mejorar la experiencia
educativa de los estudiantes con TDAH. Si se demuestra que las pausas activ=
as
tienen un impacto positivo en la concentración y el rendimiento en
matemáticas, esta práctica podría ser incorporada en l=
os
currículos escolares como una intervención efectiva y de bajo
costo. Además, proporcionará a los educadores y a los
formuladores de políticas educativas evidencia empírica sobre=
la
utilidad de las pausas activas, fomentando un ambiente de aprendizaje
más inclusivo y efectivo para todos los estudiantes.
El estudio de la influencia de las pausas acti=
vas
en la concentración y rendimiento en matemáticas de los
estudiantes de bachillerato con TDAH es una investigación necesaria =
para
explorar nuevas formas de apoyo educativo para esta población. A tra=
vés
de un enfoque metodológico riguroso y basado en la evidencia, esta
investigación buscará aportar conocimientos valiosos que pued=
an
transformar las prácticas pedagógicas y contribuir al
éxito académico y personal de los estudiantes con TDAH.
El Trastorno por Déficit de Atenci&oacu=
te;n
e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico que se manifi=
esta
en la infancia y puede persistir en la adolescencia y la adultez. Este
trastorno se caracteriza por la presencia de síntomas persistentes de
inatención, hiperactividad e impulsividad que afectan significativam=
ente
tanto el rendimiento académico como la adaptación social del
individuo afectado (Blanco & Gómez, 2019).
Desde una perspectiva descriptiva, el TDAH pue=
de
ser entendido como un conjunto de síntomas que se manifiestan de man=
era
diversa en los individuos. La inatención se refiere a la dificultad =
para
mantener la concentración en tareas específicas, olvidos
frecuentes y desorganización en actividades cotidianas. La
hiperactividad se presenta como una necesidad constante de moverse, dificul=
tad
para permanecer quieto y una energía excesiva que no se corresponde =
con
el contexto. La impulsividad se manifiesta en la toma de decisiones
rápidas sin considerar las consecuencias, interrumpir a otros y
dificultad para esperar turnos.
Estos síntomas no solo afectan el
desempeño académico, sino que también impactan la vida
social y emocional del individuo. Los niños con TDAH a menudo tienen
dificultades para seguir instrucciones, completar tareas escolares y manten=
er
relaciones con sus compañeros debido a su comportamiento impulsivo y=
su
incapacidad para concentrarse durante períodos prolongados (Carrasco
& Pérez, 2021). Este impacto se extiende más allá =
de
la infancia, ya que muchos adolescentes y adultos continúan enfrenta=
ndo
desafíos significativos en contextos educativos, laborales y sociale=
s.
La prevalencia del TDAH varía entre el =
3% y
el 7% en niños en edad escolar, lo que indica que un número
considerable de estudiantes está afectado por este trastorno. Este r=
ango
de prevalencia sugiere que en una clase promedio, es probable que haya vari=
os
estudiantes con TDAH, lo que representa un desafío significativo para
los sistemas educativos y las estrategias pedagógicas actuales (Carr=
asco
& Pérez, 2021). Los educadores deben estar preparados para
identificar y apoyar a estos estudiantes, implementando estrategias de
enseñanza adaptativas y proporcionando un entorno de aprendizaje
inclusivo.
El impacto del TDAH en el rendimiento
académico es profundo y multifacético. Los estudiantes con TD=
AH a
menudo presentan calificaciones más bajas, mayores tasas de
repetición de año y una mayor incidencia de abandono escolar =
en
comparación con sus compañeros sin TDAH. Estos estudiantes pu=
eden
tener dificultades para seguir el ritmo de las clases, completar tareas a
tiempo y retener la información presentada en el aula. La
inatención puede llevar a errores por descuido, mientras que la
impulsividad puede resultar en respuestas rápidas y a menudo
incorrectas.
Además, la hiperactividad puede causar
interrupciones constantes, no solo afectando al estudiante con TDAH, sino
también a sus compañeros y al docente. Esta interrupció=
;n
continua puede generar un entorno de aprendizaje menos efectivo y más
caótico, lo que dificulta la enseñanza y el aprendizaje para
todos los estudiantes en el aula.
Más allá del ámbito
académico, el TDAH también afecta la adaptación social=
y
emocional de los individuos. Los niños con TDAH pueden experimentar
rechazo por parte de sus compañeros debido a su comportamiento impul=
sivo
y disruptivo. Esto puede llevar a una baja autoestima, problemas de confian=
za y
dificultades para formar y mantener amistades. A largo plazo, estos problem=
as
pueden persistir en la adolescencia y la adultez, afectando las relaciones
personales y profesionales.
Para abordar estos desafíos, es fundame=
ntal
que los sistemas educativos adopten estrategias pedagógicas inclusiv=
as y
adaptativas. Esto puede incluir la implementación de planes educativ=
os
individualizados (PEI), el uso de tecnolog&iacu=
te;a asistiva, la modificación de tareas y la creac=
ión
de un entorno de aprendizaje estructurado y predecible. Los docentes
también deben recibir capacitación continua sobre el TDAH y l=
as
mejores prácticas para apoyar a estos estudiantes.
Además, la colaboración entre
padres, docentes y profesionales de la salud es crucial para desarrollar un
enfoque integral que aborde las necesidades académicas, sociales y
emocionales de los estudiantes con TDAH. Intervenciones como la terapia
conductual, el entrenamiento en habilidades sociales y el uso de medicament=
os
pueden ser parte de un plan de tratamiento efectivo.
El presente marco teórico explora la
influencia de las pausas activas en la concentración y el rendimiento
académico, específicamente en el área de
matemáticas, de estudiantes de bachillerato con TDAH. Para ello, se
revisan diversos estudios que abordan la eficacia de las pausas activas,
estrategias de aprendizaje activo, beneficios cognitivos de la actividad
física y las percepciones de estudiantes y docentes sobre estas
intervenciones.
El Trastorno por Déficit de Atenci&oacu=
te;n
e Hiperactividad (TDAH) afecta diversas áreas del funcionamiento
cognitivo y conductual de los estudiantes, impactando significativamente su
desempeño académico y su adaptación en el entorno esco=
lar.
Según Alarcón y Rodríguez (2020), los estudiantes con =
TDAH
suelen presentar dificultades para mantener la atención, seguir
instrucciones y completar tareas escolares, lo que se traduce en un rendimi=
ento
académico inferior al de sus compañeros sin TDAH. Estas dific=
ultades
son especialmente notorias en materias que requieren una alta
concentración y habilidades de procesamiento secuencial, como las
matemáticas (Fernández & López, 2021).
El TDAH influye en varios dominios del
funcionamiento cognitivo, incluyendo la atención, la memoria de trab=
ajo
y el control inhibitorio. La atención, fundamental para cualquier ta=
rea
de aprendizaje, es particularmente afectada en estudiantes con TDAH. Estos
estudiantes a menudo luchan para mantener el enfoque en tareas
específicas durante períodos prolongados, lo que resulta en
errores por descuido y una incompleta asimilación de la
información. Además, la memoria de trabajo, que es crucial pa=
ra
retener y manipular información temporalmente, suele estar compromet=
ida
en individuos con TDAH, afectando su capacidad para seguir instrucciones
complejas y resolver problemas secuenciales.
El control inhibitorio, que permite a los
individuos suprimir respuestas impulsivas y distraerse menos, tambié=
n se
ve afectado en estos estudiantes. Esta falta de inhibición puede lle=
var
a comportamientos disruptivos en el aula, como hablar fuera de turno,
interrumpir a otros y moverse constantemente, lo que no solo afecta su prop=
io
aprendizaje, sino también el de sus compañeros.
Las dificultades cognitivas mencionadas tienen=
un
impacto directo en el rendimiento académico. Los estudiantes con TDAH
tienden a tener problemas para completar tareas escolares de manera eficien=
te y
precisa. Esta falta de finalización de tareas se debe en parte a la
inatención y la desorganización, dos características
prominentes del TDAH. Al no poder seguir instrucciones detalladas y perders=
e en
pasos intermedios, los estudiantes con TDAH a menudo entregan trabajos
incompletos o incorrectos, lo que repercute en sus calificaciones.
En materias como matemáticas, estas
dificultades se agravan. Las matemáticas requieren una atenció=
;n
sostenida, una comprensión secuencial de conceptos y la capacidad de
aplicar procedimientos sistemáticos. Según Fernández y
López (2021), los estudiantes con TDAH enfrentan desafíos par=
ticulares
en esta área debido a la necesidad de mantener una concentraci&oacut=
e;n
constante y la habilidad para seguir varios pasos secuenciales sin perder el
hilo de pensamiento. La naturaleza abstracta y acumulativa de las
matemáticas significa que la falta de atención en un solo paso
puede llevar a errores que se arrastran a lo largo de todo el problema o
incluso a lo largo de varios temas interrelacionados.
Para mitigar estos efectos negativos, es esenc=
ial
implementar estrategias pedagógicas adaptativas. Entre las
técnicas recomendadas están el uso de instrucciones claras y
concisas, la división de tareas en pasos más manejables y el
establecimiento de rutinas estructuradas. Por ejemplo, dividir una tarea
matemática compleja en subtareas más pequeñas y maneja=
bles
puede ayudar a los estudiantes con TDAH a concentrarse en un paso a la vez,
reduciendo el sentimiento de estar abrumado y mejorando su capacidad para
completar tareas.
Otra estrategia efectiva es el uso de ayudas
visuales y organizativas, como gráficos, cuadros y listas de
verificación, que pueden ayudar a los estudiantes a seguir las
instrucciones y mantener la organización de su trabajo. El uso de
tecnología educativa, como aplicaciones interactivas y software de
aprendizaje personalizado, también puede proporcionar un apoyo adici=
onal
al ofrecer instrucción diferenciada y retroalimentación
inmediata.
Estévez y Martín (2019)
señalan que los estudiantes con TDAH también pueden experimen=
tar
problemas de autorregulación emocional, lo que afecta su capacidad p=
ara
manejar el estrés académico y las interacciones sociales en el
entorno escolar. Estos desafíos multifacéticos requieren enfo=
ques
educativos innovadores y adaptativos para apoyar efectivamente a estos
estudiantes. La autorregulación emocional es crucial para el
éxito académico y social, ya que permite a los individuos
gestionar sus emociones de manera efectiva, lo que influye en su capacidad =
para
concentrarse, tomar decisiones racionales y mantener relaciones interperson=
ales
saludables.
La autorregulación emocional implica la
habilidad para monitorear, evaluar y modificar las propias reacciones
emocionales en respuesta a situaciones cambiantes. Los estudiantes con TDAH=
a
menudo tienen dificultades en este ámbito, presentando respuestas em=
ocionales
intensas e impulsivas que pueden llevar a conflictos con compañeros y
docentes. Por ejemplo, pueden reaccionar desproporcionadamente ante
críticas constructivas o frustrarse fácilmente cuando enfrent=
an
tareas desafiantes, lo que interfiere con su aprendizaje y su capacidad para
trabajar en equipo.
Esta falta de control emocional puede generar =
un
círculo vicioso de estrés y bajo rendimiento. El estrés
académico, resultante de la incapacidad para manejar las demandas
escolares, puede aumentar la ansiedad y la irritabilidad, exacerbando los
problemas de autorregulación emocional. Además, estas
dificultades pueden llevar a una baja autoestima y un sentido de desesperan=
za,
ya que los estudiantes pueden sentirse incapaces de alcanzar el éxito
académico y social.
El estrés académico es una
consecuencia común de los problemas de autorregulación emocio=
nal
en estudiantes con TDAH. La presión para cumplir con las expectativas
académicas y completar tareas en plazos específicos puede
resultar abrumadora. A diferencia de sus compañeros, estos estudiant=
es
pueden requerir más tiempo y apoyo para completar tareas, lo que pue=
de
generar sentimientos de incompetencia y frustración. Este estr&eacut=
e;s
constante puede afectar su salud mental y física, manifestánd=
ose
en problemas como ansiedad, depresión y trastornos del sueño.=
El impacto del estrés académico =
no
se limita al ámbito académico. Los estudiantes con TDAH
también pueden experimentar dificultades en sus interacciones social=
es.
La incapacidad para gestionar sus emociones de manera adecuada puede llevar=
a
conflictos con compañeros y docentes, aislamiento social y una
percepción negativa por parte de sus pares. Estas experiencias pueden
afectar su desarrollo social y emocional, impidiendo la formación de
relaciones saludables y el desarrollo de habilidades sociales esenciales.
Para abordar estos desafíos, es esencial
implementar enfoques educativos innovadores y adaptativos. Estos enfoques d=
eben
centrarse en el desarrollo de habilidades de autorregulación emocion=
al,
la reducción del estrés académico y la mejora de las
interacciones sociales. Algunas estrategias efectivas incluyen:
Programas específicos que enseñan
habilidades de autorregulación emocional pueden ser extremadamente
beneficiosos. Estas intervenciones pueden incluir técnicas de
mindfulness, entrenamiento en resolución de conflictos y estrategias=
de
manejo del estrés. Al aprender a identificar y gestionar sus emocion=
es,
los estudiantes con TDAH pueden mejorar su capacidad para enfrentar
desafíos académicos y sociales de manera más efectiva.=
Crear un ambiente de aprendizaje que se adapte=
a
las necesidades individuales de los estudiantes con TDAH es crucial. Esto p=
uede
incluir ajustes en el aula, como permitir tiempos adicionales para completar
tareas, proporcionar espacios tranquilos para el estudio y ofrecer opciones=
de
aprendizaje más interactivas y menos estructuradas. Un entorno flexi=
ble
puede reducir el estrés académico y ayudar a los estudiantes a
concentrarse mejor.
Los programas de apoyo psicoeducativo pueden
proporcionar a los estudiantes con TDAH herramientas y estrategias
específicas para manejar sus dificultades. Estos programas pueden
incluir sesiones de tutoría, asesoramiento y talleres sobre habilida=
des
de estudio y organización. Además, la colaboración ent=
re
padres, docentes y profesionales de la salud mental es esencial para
proporcionar un apoyo integral y coherente.
Involucrar a los estudiantes en su propio proc=
eso
de aprendizaje puede aumentar su motivación y reducir el estré=
;s.
Esto puede lograrse a través de métodos de enseñanza
interactivos y participativos, como el aprendizaje basado en proyectos, el =
uso
de tecnología educativa y actividades grupales. La participaci&oacut=
e;n
activa no solo mejora el aprendizaje académico, sino que tambi&eacut=
e;n
facilita el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.
La capacitación continua de los docente=
s en
estrategias de manejo del TDAH y autorregulación emocional es
fundamental. Los docentes que entienden las particularidades del TDAH y
están equipados con estrategias efectivas pueden crear un ambiente de
aprendizaje más inclusivo y comprensivo. Esto no solo beneficia a los
estudiantes con TDAH, sino que también mejora el ambiente general del
aula, promoviendo un clima de respeto y apoyo mutuo.
Las pausas activas son intervalos cortos de
actividad física incorporados en la jornada escolar con el
propósito de interrumpir largos periodos de inactividad y mejorar el
estado físico y mental de los estudiantes (García & Ruiz,
2020). Este enfoque innovador no solo atiende las necesidades física=
s de
los estudiantes, sino que también tiene un impacto significativo en =
su
rendimiento académico y bienestar emocional. Al introducir breves
sesiones de actividad física, como ejercicios de estiramiento, juegos
dinámicos o actividades de relajación, las pausas activas
proporcionan un respiro necesario en el día escolar, ayudando a los
estudiantes a reenergizarse y a mantener un enf=
oque
mental más agudo.
Desde una perspectiva física, las pausas
activas ayudan a combatir los efectos negativos de la inactividad prolongad=
a,
como la fatiga y la disminución de la energía. Los ejercicios=
de
estiramiento y los juegos dinámicos aumentan el flujo sanguín=
eo y
oxígeno al cerebro, lo que puede resultar en una mayor alerta y capa=
cidad
de concentración. Además, la actividad física regular
está vinculada con una mejor salud cardiovascular y un menor riesgo =
de
obesidad, problemas que pueden tener un impacto negativo en el rendimiento
académico y el bienestar general de los estudiantes.
En términos de salud mental, las pausas
activas juegan un papel crucial en la reducción del estrés y =
la
ansiedad. La actividad física libera endorfinas, que son hormonas que
promueven una sensación de bienestar y alivian el estrés.
Hernández (2019) destaca que actividades como la relajación y=
los
juegos dinámicos no sólo proporcionan un descanso mental, sino
que también fomentan un ambiente de aprendizaje más positivo y
menos tenso. Esta reducción del estrés es especialmente
beneficiosa para estudiantes con TDAH, que a menudo luchan con altos nivele=
s de
ansiedad y dificultad para mantenerse enfocados.
Las pausas activas tienen un impacto directo y
positivo en la atención y el rendimiento académico de los
estudiantes, especialmente aquellos con TDAH. Estos estudiantes, que
comúnmente enfrentan desafíos significativos para mantener la
atención durante largos períodos, pueden beneficiarse enormem=
ente
de la incorporación de actividad física en su rutina diaria.
Estudios han demostrado que breves sesiones de actividad física pued=
en
mejorar la concentración y la capacidad de atención, permitie=
ndo
a los estudiantes retener y procesar información de manera más
efectiva. Además, al proporcionar un cambio de ritmo y enfoque, las
pausas activas ayudan a prevenir el agotamiento mental y la disminuci&oacut=
e;n
del rendimiento que puede ocurrir durante sesiones prolongadas de aprendiza=
je.
Esta estrategia no solo mejora la capacidad de los estudiantes para
concentrarse en el momento, sino que también facilita una mejor
asimilación de la información y un mayor rendimiento
académico a largo plazo.
La implementación de pausas activas pue=
de
variar en forma y duración, adaptándose a las necesidades
específicas de cada aula y grupo de estudiantes. Las actividades pue=
den
incluir desde simples ejercicios de estiramiento hasta juegos más
estructurados que fomenten el movimiento y la cooperación entre los
estudiantes. Es crucial que estas pausas se integren de manera regular y
predecible en la jornada escolar para maximizar sus beneficios.
Una estrategia efectiva es realizar pausas act=
ivas
de 5 a 10 minutos cada 45 a 60 minutos de clase. Durante estas pausas, los
estudiantes pueden participar en actividades físicas ligeras que no
requieran mucho espacio ni equipamiento. Por ejemplo, ejercicios de
estiramiento y respiración profunda pueden ser ideales para aulas con
espacio limitado. En espacios más amplios, los docentes pueden organ=
izar
juegos de movimiento rápido que involucren a todos los estudiantes,
promoviendo tanto la actividad física como el trabajo en equipo.
Las percepciones tanto de estudiantes como de
docentes son fundamentales para el éxito de las pausas activas. Los
estudiantes suelen expresar un mayor disfrute y motivación en el aula
cuando se implementan estas pausas, ya que les proporcionan un respiro del
aprendizaje continuo y una oportunidad para moverse y divertirse. Los docen=
tes,
por su parte, observan mejoras en la conducta y el enfoque de los estudiant=
es,
lo que facilita un ambiente de aprendizaje más productivo y armonios=
o.
Según Iglesias y Sánchez (2021),=
las
pausas activas no solo benefician la salud física, sino que
también promueven cambios positivos en la función cognitiva. =
La
actividad física aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que
puede mejorar la memoria de trabajo, la atención y la capacidad de
procesamiento de información. Este incremento en la circulació=
;n
sanguínea facilita un mejor suministro de oxígeno y nutrientes
esenciales al cerebro, lo que potencia las funciones cognitivas clave. Estos
efectos son especialmente relevantes para estudiantes con TDAH, quienes pue=
den
experimentar mejoras significativas en su capacidad de concentración=
y
desempeño académico a través de la implementació=
;n
regular de pausas activas.
El impacto de la actividad física en la
función cognitiva ha sido objeto de numerosos estudios, y los result=
ados
han sido consistentemente positivos. La actividad física no solo ayu=
da a
mantener el cuerpo en forma, sino que también tiene efectos profundo=
s en
el cerebro. El aumento del flujo sanguíneo cerebral, como mencionado=
por
Iglesias y Sánchez (2021), está asociado con una mayor activi=
dad
en áreas del cerebro relacionadas con la memoria y la atenció=
n.
La memoria de trabajo, que es crucial para la resolución de problema=
s y
el aprendizaje, se ve particularmente beneficiada. Este tipo de memoria per=
mite
a los estudiantes retener y manipular información a corto plazo, lo =
que
es fundamental para tareas académicas complejas. Además, la
actividad física regular puede mejorar la plasticidad cerebral, que =
es la
capacidad del cerebro para adaptarse y reorganizarse. Esta plasticidad es
esencial para el aprendizaje y la formación de nuevas conexiones
neuronales. En el contexto del TDAH, donde los circuitos cerebrales
relacionados con la atención y el autocontrol pueden estar alterados,
las pausas activas ofrecen una herramienta para promover un cerebro m&aacut=
e;s
adaptable y resiliente.
Para los estudiantes con TDAH, las pausas acti=
vas
pueden ser un cambio de juego. Este trastorno se caracteriza por dificultad=
es
significativas en la atención sostenida, la hiperactividad y la
impulsividad. Estas características pueden hacer que el aprendizaje =
en
un entorno tradicional sea extremadamente desafiante. Las pausas activas, al
proporcionar breves intervalos de movimiento y actividad física, ayu=
dan
a mitigar algunos de estos desafíos. Al mejorar el flujo
sanguíneo y la oxigenación del cerebro, las pausas activas pu=
eden
ayudar a los estudiantes con TDAH a mejorar su capacidad de
concentración y reducir la inquietud.
Además, las pausas activas ofrecen una
oportunidad para que los estudiantes con TDAH liberen energía acumul=
ada,
lo que puede resultar en una reducción de la hiperactividad durante =
el
tiempo de clase. Al permitir un descanso del enfoque continuo, estas pausas
también pueden reducir la fatiga mental, haciendo que los estudiantes
estén más receptivos y atentos al regresar a sus tareas
académicas.
Los argumentos a favor de las pausas activas s=
on
robustos y están respaldados por una sólida base de
investigación. La evidencia sugiere que no solo mejoran la salud
física de los estudiantes, sino que también tienen un impacto
significativo en la función cognitiva y el rendimiento académ=
ico.
En un mundo donde la educación a menudo se centra en la
adquisición de conocimientos a expensas del bienestar físico,=
las
pausas activas ofrecen un equilibrio crucial. Al integrar la actividad
física en el día escolar, se promueve un enfoque más
holístico del aprendizaje que reconoce la interdependencia de la men=
te y
el cuerpo.
Las estrategias de aprendizaje activo represen=
tan
un enfoque pedagógico que va más allá de la mera
transmisión de información, implicando métodos que
fomentan la participación directa y dinámica de los estudiant=
es
en su proceso de aprendizaje. Según Navarro y Vega (2020), estas
estrategias son particularmente beneficiosas para estudiantes con Trastorno=
por
Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), ya que les permi=
ten
interactuar con el material de manera más significativa y mantener su
atención a través de actividades variadas y estimulantes.
Las estrategias de aprendizaje activo pueden
abarcar una amplia gama de enfoques pedagógicos, desde discusiones en
grupos pequeños hasta proyectos prácticos y actividades basad=
as
en el juego. Estas estrategias se centran en involucrar activamente a los
estudiantes en el proceso de aprendizaje, promoviendo la reflexión, =
el
análisis crítico y la aplicación práctica del
conocimiento. En lugar de simplemente recibir información de forma
pasiva, los estudiantes participan activamente en la construcción de=
su
propio entendimiento, lo que lleva a una comprensión más prof=
unda
y duradera.
A pesar de los numerosos beneficios, la
implementación de estrategias de aprendizaje activo puede enfrentar
ciertos desafíos en el aula. Por ejemplo, algunos estudiantes pueden
sentirse incómodos o ansiosos al participar en actividades grupales o
prácticas, especialmente si tienen dificultades de atención o
autoestima. Los docentes deben estar atentos a estas preocupaciones y
proporcionar apoyo adicional según sea necesario para garantizar que
todos los estudiantes se sientan seguros y cómodos participando en
actividades de aprendizaje activo. Es importante reconocer que las estrateg=
ias
de aprendizaje activo pueden requerir más tiempo y recursos que los
métodos de enseñanza tradicionales. Los docentes pueden neces=
itar
planificar cuidadosamente las actividades, proporcionar materiales adiciona=
les
y colaborar estrechamente con otros profesionales de la educación pa=
ra
garantizar una implementación efectiva y equitativa. Sin embargo, los
beneficios a largo plazo de estas estrategias, especialmente para estudiant=
es
con TDAH, justifican ampliamente estos esfuerzos adicionales.
El estudio de Ramírez y Fernández
(2019) subraya la eficacia de las estrategias de aprendizaje activo, tales =
como
el empleo de juegos educativos, el trabajo en grupo y la realización=
de
proyectos prácticos, en la mejora del rendimiento académico de
los estudiantes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiper=
actividad
(TDAH). Estas estrategias se erigen como un medio efectivo para crear un
ambiente de aprendizaje más inclusivo y flexible, capaz de ajustarse=
a
las necesidades individuales de cada estudiante. Al permitir la
participación activa y la interacción con el material de estu=
dio,
las estrategias de aprendizaje activo ofrecen una alternativa dinámi=
ca y
estimulante a los métodos de enseñanza tradicionales. Esto no
solo contribuye a fortalecer la comprensión y retención de la
información, sino que también promueve el desarrollo de
habilidades sociales, la autoconfianza y la autoestima en los estudiantes c=
on
TDAH. Además, al ofrecer un enfoque más práctico y
experiencial del aprendizaje, estas estrategias pueden ayudar a mitigar los
desafíos asociados con la atención sostenida y la impulsivida=
d,
proporcionando a los estudiantes con TDAH una plataforma para el éxi=
to
académico y personal.
La actividad física regular tiene efect=
os
positivos comprobados en la función cognitiva y el rendimiento
académico, y este es un ámbito de creciente interés en=
la
investigación educativa y neurocientífica. Martín y
Díaz (2021) demostraron que la actividad física puede mejorar
significativamente la memoria, la atención y la capacidad de
procesamiento de información en estudiantes con Trastorno por
Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Estos hallazgos =
son
especialmente relevantes cuando se considera el impacto profundo y
multifacético del TDAH en el aprendizaje y el rendimiento escolar.
En su estudio, Martín y Díaz (20=
21)
encontraron que la actividad física incrementa el flujo sanguí=
;neo
al cerebro, lo que mejora el suministro de oxígeno y nutrientes
esenciales. Este aumento en la circulación cerebral es fundamental p=
ara
optimizar la función cognitiva, especialmente en áreas relaci=
onadas
con la memoria de trabajo y la atención sostenida. La memoria de tra=
bajo
es crucial para el aprendizaje, ya que permite a los estudiantes retener y
manipular información a corto plazo, una habilidad necesaria para la
resolución de problemas y la comprensión de conceptos complej=
os.
Además, la atención sostenida, que suele ser un desafío
para los estudiantes con TDAH, se ve beneficiada por la actividad
física. Al proporcionar un descanso del esfuerzo mental continuo y
permitir la liberación de energía acumulada, las sesiones
regulares de ejercicio pueden reducir la hiperactividad y la impulsividad,
características típicas del TDAH. La capacidad de procesamien=
to
de información también mejora con la actividad física,=
lo
que permite a los estudiantes procesar y reaccionar a la información=
de
manera más rápida y efectiva.
Estos efectos positivos de la actividad
física en la función cognitiva tienen implicaciones important=
es
para el diseño de intervenciones educativas. Integrar la actividad
física como componente central de las estrategias pedagógicas
puede transformar el ambiente de aprendizaje para los estudiantes con TDAH.=
Las
escuelas y los educadores pueden considerar la incorporación de paus=
as
activas, ejercicios físicos integrados en el currículo y
programas de educación física bien estructurados como partes
esenciales de la jornada escolar. Estas intervenciones no solo promueven la
salud física, sino que también apoyan el bienestar mental y
emocional de los estudiantes.
Quintana y Martínez (2020) destacan la
multifacética influencia positiva de la actividad física,
subrayando que sus beneficios van más allá del rendimiento
académico. La actividad física tiene un impacto considerable =
en
el bienestar emocional y social de los estudiantes, especialmente aquellos =
con
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). La
reducción del estrés y la ansiedad son beneficios cruciales, =
ya
que estos factores emocionales pueden significativamente afectar la capacid=
ad
de un estudiante para concentrarse y aprender. El ejercicio regular induce =
la
liberación de endorfinas, neurotransmisores que actúan como
analgésicos naturales y promueven una sensación de bienestar.
Esta mejora en el estado emocional puede traducirse en un entorno mental
más calmado y receptivo para el aprendizaje.
El aumento de la autoconfianza es otro efecto
positivo de la actividad física. Al participar en actividades
físicas, los estudiantes tienen la oportunidad de establecer y alcan=
zar
metas, experimentar el éxito y recibir reconocimiento, lo que fortal=
ece
su autoestima. Para los estudiantes con TDAH, que a menudo enfrentan
dificultades académicas y sociales, estos momentos de éxito
pueden ser especialmente significativos. Sentirse competente en una activid=
ad física
puede trasladarse a una mayor confianza en otras áreas de la vida,
incluida la académica. La confianza adquirida a través de la
actividad física puede motivar a los estudiantes a abordar tareas
académicas con una actitud más positiva y resiliente.
La motivación es otro aspecto que se ve
favorecido por la actividad física. Los estudiantes que participan en
actividades físicas regularmente pueden desarrollar una mayor
motivación intrínseca, no solo para las actividades deportiva=
s,
sino también para sus estudios. Esta motivación puede ser el
resultado de una mejor regulación emocional y una mayor sensaci&oacu=
te;n
de bienestar general. Cuando los estudiantes se sienten bien
físicamente, están más dispuestos a enfrentar
desafíos académicos y a perseverar a través de las
dificultades.
Las percepciones y actitudes de los estudiante=
s y
docentes son fundamentales para el éxito de cualquier
intervención educativa, ya que su aceptación y compromiso son
esenciales para la implementación efectiva y sostenida de nuevas est=
rategias.
Pérez (2021) y Aguilar y López (2020) encontraron en sus estu=
dios
que tanto estudiantes como docentes reportaron mejoras significativas en la
concentración y el rendimiento académico tras la
implementación de pausas activas. Estas intervenciones, que incluyen
breves periodos de actividad física durante la jornada escolar, pare=
cen
ofrecer beneficios tangibles en múltiples aspectos del entorno
educativo.
Los docentes destacaron que las pausas activas
ayudaron a reducir la inquietud y el comportamiento disruptivo en el aula. =
Este
resultado es crucial, ya que la gestión del comportamiento es uno de=
los
mayores desafíos que enfrentan los educadores, especialmente en clas=
es
con estudiantes que tienen Trastorno por Déficit de Atención e
Hiperactividad (TDAH). La reducción de la inquietud permite un ambie=
nte
más tranquilo y concentrado, donde los estudiantes pueden centrarse
mejor en sus tareas académicas. Además, al disminuir los
comportamientos disruptivos, se mejora el flujo de las lecciones y se maxim=
iza
el tiempo dedicado a la instrucción efectiva.
Por otro lado, los estudiantes reportaron sent=
irse
más enfocados y menos estresados después de participar en pau=
sas
activas. Esta retroalimentación es significativa, ya que el
estrés y la falta de concentración son barreras comunes para =
el
aprendizaje efectivo. Las pausas activas proporcionan a los estudiantes un
respiro mental y físico, lo que puede rejuvenecer su capacidad de
atención y mejorar su disposición para aprender. Al sentirse
más enfocados, los estudiantes pueden participar más plenamen=
te
en las actividades académicas, lo que potencialmente conduce a un me=
jor
rendimiento.
La importancia de estas percepciones no puede
subestimarse. Cuando los estudiantes y docentes observan y experimentan
directamente los beneficios de una intervención, su disposició=
;n a
mantener y promover dicha intervención aumenta considerablemente. La
retroalimentación positiva de ambos grupos crea un ciclo de refuerzo
positivo que puede consolidar la práctica de las pausas activas como=
una
parte integral del día escolar. Esta aceptación es crucial pa=
ra
el éxito a largo plazo de cualquier estrategia educativa.
Hernández y Gutiérrez (2021)
subrayan la importancia fundamental de la capacitación y el apoyo
continuo a los docentes para que puedan implementar de manera efectiva paus=
as
activas en el aula. La capacitación es crucial porque permite a los
docentes comprender plenamente los beneficios de estas intervenciones, no s=
olo
en términos de mejoras en la concentración y el rendimiento
académico, sino también en la gestión del comportamien=
to y
el bienestar general de los estudiantes. Sin una comprensión clara de
estos beneficios, los docentes pueden ser reacios a adoptar nuevas
prácticas que perciben como adicionales a su ya cargada agenda diari=
a.
La resistencia al cambio es un factor com&uacu=
te;n
en cualquier nueva iniciativa educativa. Sin embargo, cuando los docentes
están bien capacitados y apoyados, es más probable que vean el
valor en las pausas activas y las integren de manera efectiva en sus rutinas
diarias. Este proceso de integración requiere tiempo y esfuerzo, y l=
os
docentes deben sentirse respaldados por la administración escolar y =
la
comunidad educativa en general.
Diversas intervenciones educativas han sido
desarrolladas para apoyar a los estudiantes con TDAH en el aula. Carrasco y
Pérez (2021) y Ortiz y Hernández (2019) describen enfoques que
incluyen la adaptación del entorno de aprendizaje, el uso de
tecnologías educativas y la implementación de programas de
entrenamiento en habilidades socioemocionales. Adaptar el entorno de
aprendizaje puede involucrar cambios físicos en el aula, cómo
organizar los asientos de manera que minimicen las distracciones y proporci=
onen
un espacio estructurado que facilite la concentración y la organizac=
ión.
Además, puede implicar ajustes en la dinámica de la clase, co=
mo
la implementación de horarios flexibles y la incorporación de
pautas estructuradas para ayudar a los estudiantes a manejar su energ&iacut=
e;a
y mantener su atención.
El uso de tecnologías educativas
también ha demostrado ser un recurso valioso. Herramientas como
aplicaciones de gestión del tiempo, software interactivo y plataform=
as
de aprendizaje en línea pueden ofrecer a los estudiantes con TDAH nu=
evas
formas de participar en el contenido académico y seguir el ritmo del
currículo. Estas tecnologías pueden personalizarse para abord=
ar
las necesidades individuales de cada estudiante, proporcionando recordatori=
os,
instrucciones paso a paso y retroalimentación inmediata, lo que puede
mejorar su capacidad para completar tareas y proyectos. Además, el u=
so
de tecnología puede hacer que el aprendizaje sea más atractiv=
o y
accesible, lo cual es fundamental para mantener el interés y la
motivación de los estudiantes con TDAH.
La implementación de programas de
entrenamiento en habilidades socioemocionales es otro enfoque crucial. Estos
programas están diseñados para ayudar a los estudiantes con T=
DAH
a desarrollar habilidades esenciales como la autorregulación, la
empatía, la resolución de conflictos y la gestión del
estrés. Al fortalecer estas habilidades, los estudiantes pueden mejo=
rar
sus interacciones sociales y su capacidad para manejar situaciones desafian=
tes
dentro y fuera del aula. Programas de habilidades socioemocionales no solo =
benefician
a los estudiantes con TDAH sino también a toda la comunidad escolar,
fomentando un ambiente más inclusivo y comprensivo.
Estas intervenciones educativas buscan crear un
ambiente más inclusivo y favorable para el aprendizaje, permitiendo a
los estudiantes con TDAH alcanzar su máximo potencial. Al adaptar el
entorno de aprendizaje, utilizar tecnologías educativas y enfocarse =
en
el desarrollo de habilidades socioemocionales, los educadores pueden
proporcionar un apoyo integral que aborda tanto las necesidades
académicas como las emocionales y sociales de estos estudiantes. Este
enfoque holístico es esencial para garantizar que los estudiantes con
TDAH no solo participen en la educación de manera efectiva, sino que
también se sientan valorados y capaces de contribuir positivamente a=
la
comunidad escolar. La implementación de estas intervenciones requier=
e un
compromiso constante por parte de los educadores y la administración
escolar, así como una colaboración estrecha con las familias y
los especialistas en TDAH para asegurar que las estrategias sean adecuadas y
efectivas.
Delgado y García (2020) resaltan la
importancia de personalizar las estrategias de intervención seg&uacu=
te;n
las necesidades individuales de cada estudiante. Cada estudiante con TDAH
presenta un perfil único de fortalezas y desafíos, lo que hace
que las intervenciones estandarizadas sean menos efectivas. Personalizar las
estrategias significa adaptar las técnicas de enseñanza, los
materiales didácticos y las dinámicas de clase para responder=
a
las características específicas de cada estudiante. Esto puede
incluir modificaciones en la forma en que se presentan las tareas, el uso de
apoyos visuales y auditivos, y la implementación de técnicas
específicas de manejo del comportamiento.
La colaboración entre docentes, padres y
profesionales de la salud es fundamental para diseñar y aplicar plan=
es
de intervención efectivos. Los docentes están en una
posición ideal para observar el comportamiento de los estudiantes y identificar áreas que necesitan apoyo adicio=
nal.
Sin embargo, para entender completamente las necesidades de un estudiante c=
on
TDAH, es vital tener una comunicación abierta y constante con los pa=
dres
y los profesionales de la salud que conocen el historial y las circunstanci=
as
del estudiante. Esta colaboración permite que se compartan
observaciones, se ajustan las estrategias en tiempo real y se asegure que t=
odas
las partes están alineadas en sus objetivos y métodos.
El enfoque colaborativo también facilita
una respuesta más rápida y adecuada a cualquier cambio en el
comportamiento o rendimiento del estudiante. Los padres pueden aportar
información sobre cómo el estudiante maneja sus tareas y
estrés en casa, mientras que los profesionales de la salud pueden
ofrecer perspectivas sobre el tratamiento médico o terapéutico
del TDAH y cómo puede influir en el rendimiento académico y el
comportamiento en la escuela. Los docentes, por su parte, pueden ajustar sus
métodos de enseñanza basándose en esta informaci&oacut=
e;n
y en las observaciones diarias en el aula.
Además, este enfoque integral asegura q=
ue
se aborden tanto los aspectos académicos como los emocionales del TD=
AH.
No es suficiente centrarse únicamente en el rendimiento
académico; es crucial considerar cómo el TDAH impacta en la
autoestima, la motivación y las habilidades sociales del estudiante.=
Los
planes de intervención deben incluir estrategias para ayudar a los
estudiantes a desarrollar habilidades de autorregulación, a manejar =
la
frustración y a mejorar sus relaciones interpersonales. Esto puede
involucrar la enseñanza de técnicas de mindfulness, la
incorporación de actividades de relajación y la creació=
;n
de un ambiente de apoyo y comprensión en el aula.
El diseño de intervenciones personaliza=
das
también debe ser un proceso dinámico y flexible, con revision=
es y
ajustes regulares basados en el progreso del estudiante. Esta flexibilidad
permite que las intervenciones evolucionen con las necesidades cambiantes d=
el
estudiante, asegurando que el apoyo proporcionado siempre sea relevante y
efectivo. Por lo tanto, la personalización y la colaboración =
no
son solo estrategias adicionales, sino componentes esenciales de un enfoque
educativo que busca realmente capacitar y apoyar a los estudiantes con TDAH=
en
su totalidad.
El rendimiento en matemáticas presenta
desafíos particulares para los estudiantes con TDAH debido a la
necesidad de mantener la atención y realizar un procesamiento secuen=
cial
de información. Este tipo de tareas requiere un enfoque sostenido y =
una
capacidad para seguir múltiples pasos en un orden específico,
habilidades que son frecuentemente deficitarias en estudiantes con TDAH.
López y Torres (2020) y Espejo y Ramos (2019) encontraron que las pa=
usas
activas pueden ayudar a mejorar la concentración y reducir los nivel=
es
de estrés, lo que a su vez facilita un mejor desempeño en tar=
eas
matemáticas complejas. Las pausas activas, que son breves periodos de
actividad física incorporados estratégicamente durante la jor=
nada
escolar, actúan como un respiro para el cerebro, permitiendo a los
estudiantes liberar energía acumulada y reducir la fatiga mental.
La reducción del estrés a
través de estas pausas es particularmente relevante, ya que el
estrés puede exacerbar los síntomas del TDAH, como la
inatención y la impulsividad. Al disminuir los niveles de estr&eacut=
e;s,
los estudiantes están en mejores condiciones para concentrarse y
enfrentar los desafíos académicos. Las pausas activas
también promueven una mejor oxigenación del cerebro y aumenta=
n el
flujo sanguíneo, lo cual mejora las funciones cognitivas esenciales =
para
el aprendizaje de matemáticas. Además, al ofrecer un cambio de
actividad, estas pausas permiten que los estudiantes con TDAH se recuperen =
de
la fatiga causada por largos periodos de concentración, mejorando
así su disposición para reanudar tareas difíciles.
Es crucial entender que las matemáticas=
no
solo requieren habilidades cognitivas específicas, sino tambié=
;n
una alta capacidad para gestionar la frustración y la perseverancia.=
Los
estudiantes con TDAH a menudo se sienten abrumados por la dificultad de las
tareas matemáticas y pueden rendirse más fácilmente cu=
ando
se enfrentan a problemas complejos. Las pausas activas pueden mitigar estos
sentimientos de frustración al proporcionar descansos regulares que
permiten a los estudiantes recargar mentalmente y abordar las tareas con
renovada energía y una perspectiva más positiva.
López y Torres (2020) y Espejo y Ramos
(2019) también sugieren que la implementación de pausas activ=
as
no solo tiene un impacto directo en la mejora de la concentración, s=
ino
que también puede influir positivamente en la autoestima de los
estudiantes. Al experimentar menos dificultades con la concentración=
y
el estrés, los estudiantes pueden ver mejoras en su rendimiento
académico, lo que refuerza su confianza en sus propias capacidades. =
Esta
mejora en la autoestima puede motivar a los estudiantes a participar m&aacu=
te;s
activamente en las clases de matemáticas y a persistir en la
resolución de problemas, contribuyendo a un ciclo positivo de
aprendizaje y desarrollo.
Jiménez (2019) sugiere que la
inclusión de pausas activas puede hacer que las clases de
matemáticas sean más dinámicas y menos monótona=
s,
manteniendo así el interés de los estudiantes y mejorando su
rendimiento. Las matemáticas, a menudo percibidas como un conjunto de
ejercicios repetitivos y abstractos, pueden volverse tediosas, especialmente
para estudiantes con TDAH que luchan con la atención sostenida. Las
pausas activas rompen esta monotonía, proporcionando momentos de
actividad física que dinamizan a los estudiantes y les permiten regr=
esar
a sus tareas con una mente renovada. Este cambio en la dinámica de la
clase no solo combate el aburrimiento, sino que también introduce un
elemento de sorpresa y variedad que puede reavivar el interés por la
materia.
La mejora en la capacidad de concentraci&oacut=
e;n
es uno de los beneficios más significativos de las pausas activas. Al
permitir que los estudiantes liberen energía física, estas pa=
usas
pueden reducir la impulsividad y la hiperactividad, síntomas comunes=
en
estudiantes con TDAH, lo que les permite abordar las tareas matemáti=
cas
con mayor calma y atención. Esto es crucial para las matemáti=
cas,
una materia que requiere no solo memoria y comprensión, sino
también un enfoque preciso y continuo para resolver problemas comple=
jos.
Las pausas activas ayudan a restablecer la atención y a mantenerla
durante las actividades académicas que siguen.
Jiménez (2019) también resalta q=
ue
las pausas activas pueden servir como una herramienta de gestión del
comportamiento en el aula. Al anticipar y planificar estos intervalos, los
docentes pueden prevenir la aparición de conductas disruptivas que a
menudo resultan de la acumulación de energía y la
frustración. En lugar de responder a la mala conducta de manera
reactiva, los docentes pueden utilizar las pausas activas de manera proacti=
va
para mantener un ambiente de aprendizaje positivo y productivo. Esto puede
llevar a una mayor satisfacción tanto para los estudiantes como para=
los
docentes, creando un ciclo de retroalimentación positiva que mejora =
la
experiencia educativa para todos.
En conjunto, la inclusión de pausas act=
ivas
en las clases de matemáticas no solo facilita un mejor rendimiento
académico, sino que también promueve un ambiente de aprendiza=
je
más saludable y equilibrado. Esta estrategia pedagógica innov=
adora
aborda de manera integral las necesidades cognitivas, físicas y
emocionales de los estudiantes, especialmente aquellos con TDAH, haciendo de
las matemáticas una disciplina más accesible y atractiva.
=
La
implementación de pausas activas y estrategias de aprendizaje activo
tiene importantes implicaciones para la práctica educativa. Los doce=
ntes
deben estar capacitados para integrar estas estrategias de manera efectiva =
en
su planificación y enseñanza diaria. Esto implica comprender =
no
solo los fundamentos teóricos detrás de estas técnicas,
sino también cómo adaptarlas a las necesidades específ=
icas
de sus estudiantes y a los objetivos de aprendizaje de la materia. Los doce=
ntes
pueden requerir formación adicional sobre cómo diseñar=
y
estructurar pausas activas, así como cómo gestionar el tiempo=
en
el aula para incluir estas intervenciones de manera fluida sin comprometer =
el
contenido curricular. Es esencial contar con el apoyo institucional para
proporcionar los recursos y el tiempo necesarios para implementar pausas
activas en el aula. Esto puede implicar la asignación de tiempo
específico en el horario escolar para estas actividades, así =
como
la provisión de espacio y equipo adecuado para llevar a cabo las pau=
sas
de manera efectiva. Los directores y administradores escolares tambié=
;n
pueden desempeñar un papel clave al reconocer la importancia de estas
estrategias y alentar su adopción en toda la institución.
El apoyo institucional también puede
extenderse a la evaluación y seguimiento del impacto de las pausas
activas y estrategias de aprendizaje activo en el rendimiento académ=
ico
y el bienestar de los estudiantes. Es importante recopilar datos sobre
cómo estas intervenciones afectan el compromiso de los estudiantes, =
su
capacidad para concentrarse en las tareas y su rendimiento en evaluaciones
académicas. Estos datos pueden informar la toma de decisiones sobre =
la
continuidad y la expansión de estas prácticas en el futuro.
Sánchez (2020) argumenta que las
políticas educativas deben reconocer y promover la inclusión =
de
la actividad física y las pausas activas como componentes integrales=
del
currículo escolar. Actualmente, el énfasis en las evaluaciones
estandarizadas y el cumplimiento de los objetivos académicos puede
llevar a que las actividades físicas se consideren secundarias o inc=
luso
prescindibles en el contexto escolar. Sin embargo, esta perspectiva limitada
pasa por alto los numerosos beneficios físicos, mentales y
académicos que pueden derivarse de la inclusión de la activid=
ad
física en el día escolar.
Modificar los horarios escolares para incluir
períodos dedicados a la actividad física y las pausas activas
puede ser un primer paso crucial hacia la integración exitosa de est=
as
prácticas en la rutina escolar. Estos intervalos no solo ofrecen a l=
os
estudiantes la oportunidad de moverse y liberar energía acumulada, s=
ino
que también ayudan a romper la monotonía de la jornada escola=
r y
a mantener alta la motivación de los estudiantes. Al reservar tiempo
específico para estas actividades, las escuelas envían un men=
saje
claro sobre la importancia que asignan a la salud física y el bienes=
tar
emocional de sus estudiantes, lo que puede tener un impacto duradero en su =
desarrollo
holístico.
La modificación de horarios, la
creación de espacios adecuados para la realización de activid=
ades
físicas dentro de las escuelas es fundamental. Esto puede implicar la
asignación de áreas al aire libre o la adaptación de
espacios interiores para actividades físicas estructuradas y no
estructuradas. Contar con instalaciones adecuadas no solo facilita la
implementación de pausas activas, sino que también fomenta una
cultura escolar que valora y prioriza el movimiento y la actividad fí=
;sica
como parte integral del aprendizaje y el desarrollo de los estudiantes.
En un nivel más amplio, la inclusi&oacu=
te;n
de la actividad física y las pausas activas en el currículo
escolar debe respaldarse con políticas educativas que reconozcan y
apoyen estas prácticas. Esto puede implicar la formulación de
directrices claras sobre la cantidad y la frecuencia de la actividad
física requerida en las escuelas, así como la asignació=
;n
de recursos financieros y humanos para su implementación efectiva.
Además, las políticas educativas también pueden foment=
ar
la colaboración entre escuelas, comunidades y organizaciones locales
para aprovechar recursos adicionales y compartir mejores prácticas e=
n la
promoción de estilos de vida activos y saludables entre los estudian=
tes.
La influencia positiva de las pausas activas e=
n la
concentración y el rendimiento matemático de estudiantes de
bachillerato con TDAH es innegable. Estas intervenciones ofrecen una estrat=
egia
concreta y práctica para abordar los desafíos específi=
cos
que enfrentan estos estudiantes en el ámbito educativo. Al proporcio=
nar
intervalos cortos de actividad física dentro del día escolar,=
las
pausas activas ayudan a interrumpir la inactividad prolongada en el aula,
permitiendo a los estudiantes liberar energía acumulada y mantenerse
más enfocados en sus tareas académicas, especialmente en el
área de matemáticas, donde se requiere una alta
concentración y procesamiento secuencial de información.
Además de mejorar la concentració=
;n,
las pausas activas también fomentan un estilo de vida activo y
saludable, promoviendo así el bienestar físico y mental de los
estudiantes. Al permitirles moverse y participar en actividades físi=
cas
breves, estas intervenciones contribuyen a reducir el estrés y mejor=
ar
el estado de ánimo, lo que puede tener efectos positivos en su
rendimiento académico en general.
Sin embargo, para que las pausas activas sean
realmente efectivas, es crucial un compromiso tanto de los docentes como de=
las
instituciones educativas. Los docentes deben recibir capacitación
adecuada sobre cómo implementar estas intervenciones de manera efect=
iva
en su enseñanza diaria y cómo gestionar el tiempo en el aula =
para
incluir estas actividades de manera fluida. Además, las institucione=
s educativas
deben proporcionar los recursos necesarios y el apoyo institucional para
garantizar que las pausas activas se integren de manera efectiva en la ruti=
na
escolar y se maximicen sus beneficios para todos los estudiantes.
En resumen, las pausas activas representan una
estrategia valiosa para mejorar la concentración y el rendimiento
matemático de estudiantes de bachillerato con TDAH, al tiempo que
promueven un estilo de vida activo y saludable. Sin embargo, su
implementación exitosa requiere un enfoque holístico que
involucre tanto a los docentes como a las instituciones educativas para
garantizar que se integren de manera efectiva en el entorno escolar y se
optimicen sus beneficios para todos los estudiantes.
METODOLOGÍA
Participantes
La muestra consistió en 60 estudiantes =
de
bachillerato diagnosticados con TDAH. Los participantes fueron asignados
aleatoriamente a dos grupos: control (n=3D30) y experimental (n=3D30).
Procedimiento
Evaluació=
;n
inicial:
Se midió la concentración y el rendimiento matemático =
de
todos los participantes utilizando la prueba de concentración de
Intervenci&oacu=
te;n:
Durante
ocho semanas, el grupo experimental realizó pausas activas de 5 minu=
tos
cada 30 minutos de estudio, consistentes en estiramientos y ejercicios lige=
ros.
El grupo control continuó con su rutina de estudio habitual sin
interrupciones.
Evaluació=
;n
final:
Al término de las ocho semanas, se repitieron las pruebas de
concentración y rendimiento matemático.
Instrumentos
Prueba de Stroop: Para evaluar la capacidad de concentración.
Examen de
matemáticas estandarizado: Para medir el rendimiento matemático.
RESULTADOS
A continuación, se muestran los resulta=
dos
obtenidos en las pruebas realizadas:
Tabla 1
Resultados de la
Prueba de Stroop (Concentración)
Grupo |
Evaluaci&oacu=
te;n
Inicial (Media ± DE) |
Evaluaci&oacu=
te;n
Final (Media ± DE) |
Cambio (%) |
Experimental |
65.4 ± 7.3 |
75.2 ± 6.4 |
+15% |
Control |
64.8 ± 6.9 |
66.1 ± 6.7 |
+2% |
Tabla 2
Resultados del
Examen de Matemáticas (Rendimiento)
Grupo |
Evaluaci&oacu=
te;n
Inicial (Media ± DE) |
Evaluaci&oacu=
te;n
Final (Media ± DE) |
Cambio (%) |
Experimental |
70.1 ± 8.5 |
84.1 ± 7.6 |
+20% |
Control |
69.5 ± 8.2 |
71.0 ± 8.1 |
+2% |
Gráfico =
1
Cambios en la
Prueba de Stroop
Al inicio del estudio, los puntajes de ambos
grupos fueron similares, con 65.4 para el grupo experimental y 64.8 para el
grupo de control, lo que sugiere que ambos grupos partían de un nivel
comparable de concentración y control ejecutivo. Tras la
aplicación de las pausas activas, el grupo experimental mostró
una mejora significativa, alcanzando un puntaje de 75.2 en la fase final,
mientras que el grupo de control incrementó sólo marginalment=
e a
66.1. Este incremento sugiere que las pausas activas, diseñadas para
romper la monotonía y mejorar la atención durante las clases,
tuvieron un efecto positivo en las habilidades cognitivas relacionadas con =
el
control inhibitorio y la flexibilidad cognitiva, lo cual es fundamental par=
a el
rendimiento en tareas como la Prueba de Stroop =
y, por
extensión, en matemáticas.
Estos resultados se alinean a Giurgiu et al.
(2020) que demuestran los beneficios de las pausas activas en contextos
educativos y encontró que la implementación de pausas f&iacut=
e;sicas
breves en el aula mejoraba significativamente la concentración y el
rendimiento académico en tareas cognitivas, incluyendo
matemáticas.
Gráfico =
2
Cambios en el
Examen de Matemáticas
=
Inicialmente, el grupo experimental
registró un puntaje promedio de 70.1, mientras que el grupo de contr=
ol
obtuvo 69.5, lo que sugiere condiciones homogéneas de partida entre
ambos grupos. Después de la intervención, el grupo experiment=
al
mostró una mejora significativa, alcanzando un puntaje de 84.1 en el
examen final, mientras que el grupo de control solo incrementó levem=
ente
su rendimiento, con un puntaje de 71. Este aumento en el grupo experimental
indica que las pausas activas influyeron de manera positiva en el rendimien=
to
matemático de los estudiantes, probablemente al mejorar la
concentración, reducir la fatiga mental y optimizar la capacidad de
resolución de problemas complejos.
Estos resultados coinciden con investigaciones
recientes que analizan los beneficios de las pausas activas en el ám=
bito
académico. Un estudio de Masini et al. (=
2020)
encontró que breves intervenciones de actividad física en el =
aula
mejoraron significativamente el rendimiento académico, en especial en
matemáticas.
Gráfico =
3
=
Distribución del Cambio en la Concentración
El grupo experimental, que realizó paus=
as
activas, experimentó una mejora significativa en su capacidad de
concentración, con un aumento del 15%. En contraste, el grupo de
control, que no implementó la intervención, solo mostró
una mejora del 2%. Este amplio contraste sugiere que las pausas activas
tuvieron un impacto considerable en la mejora de la concentración de=
los
estudiantes. La práctica de breves ejercicios físicos o
dinámicas lúdicas durante las clases podría haber
favorecido la capacidad de mantener la atención sostenida y reducir =
la
fatiga cognitiva, facilitando una mayor capacidad de concentración en
tareas académicas.
Este hallazgo es congruente con estudios recie=
ntes
que subrayan los beneficios de las pausas activas en el entorno escolar; co=
mo el
estudio de Daly-Smith et al. (2019) concluyó que la actividad
física intercalada con las sesiones académicas incrementa la
atención y la función ejecutiva, lo que coincide con el 88.2%=
de
mejora observada en el grupo experimental en el presente estudio.
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos en esta
investigación proporcionan evidencia significativa de la efectividad=
de
las pausas activas en la mejora de la concentración y el rendimiento
matemático de estudiantes de bachillerato con TDAH. Al comparar los =
puntajes
obtenidos en la prueba de Stroop y el examen de
matemáticas antes y después de la intervención, se
observó una mejora notable en el grupo experimental en
comparación con el grupo control. Esta discusión se
centrará en analizar estos hallazgos, compararlos con estudios previ=
os y
explorar sus implicaciones prácticas y teóricas.
La mejora del 15% en la prueba de Stroop en el grupo experimental sugiere que las pausas
activas pueden ser una herramienta efectiva para aumentar la capacidad de
concentración en estudiantes con TDAH. Este hallazgo es consistente =
con
estudios previos que han demostrado que la actividad física puede
mejorar la función ejecutiva y la atención.
Las pausas activas, que consisten en estiramie=
ntos
y ejercicios ligeros, podrían haber ayudado a los estudiantes a redu=
cir
la fatiga mental y mejorar su capacidad para enfocarse en las tareas
académicas. La actividad física aumenta el flujo sanguí=
;neo
al cerebro y puede liberar neurotransmisores como la dopamina y la norepine=
frina,
que están relacionados con la atención y la motivación.
Esto podría explicar la mejora observada en la capacidad de
concentración de los estudiantes del grupo experimental.
El aumento del 20% en el rendimiento
matemático del grupo experimental es un hallazgo significativo que
destaca el potencial de las pausas activas para mejorar el rendimiento
académico en estudiantes con TDAH. La matemática es una mater=
ia
que requiere un alto nivel de concentración y habilidades de pensami=
ento
crítico, por lo que la mejora en esta área sugiere que las pa=
usas
activas pueden tener un impacto positivo en las habilidades cognitivas
necesarias para el aprendizaje de conceptos matemáticos.
A pesar de los resultados positivos, esta
investigación tiene algunas limitaciones. La muestra del estudio fue
relativamente pequeña, lo que puede afectar la generalización=
de
los hallazgos. Además, el estudio se centró en una
intervención de ocho semanas, por lo que no se puede determinar si l=
os
efectos positivos de las pausas activas se mantendrían a largo plazo=
.
Otra limitación es que la
investigación no controló otros factores que podrían h=
aber
influido en los resultados, como la calidad del sueño, la dieta y el
apoyo familiar, que también pueden afectar la concentración y=
el
rendimiento académico.
CONCLUSIONES
Las pausas activas representan una
intervención simple y efectiva para mejorar la concentración =
y el
rendimiento matemático en estudiantes de bachillerato con TDAH. Este
estudio demostró que la implementación de pausas activas de 5
minutos cada 30 minutos de estudio resultó en mejoras significativas=
en
la capacidad de concentración y el rendimiento matemático en
comparación con un grupo control que no realiza pausas activas.
Los resultados de esta investigación ti=
enen
importantes implicaciones prácticas para educadores, padres y
estudiantes. Las escuelas podrían considerar la incorporación=
de
pausas activas en el horario académico para ayudar a los estudiantes=
con
TDAH a mantener la concentración y mejorar su rendimiento
académico. Además, los padres pueden fomentar el uso de pausas
activas durante el tiempo de estudio en casa para ayudar a sus hijos a
gestionar mejor sus síntomas de TDAH.
Futuros estudios podrían abordar las
limitaciones de esta investigación ampliando la muestra y consideran=
do
un diseño longitudinal para evaluar los efectos a largo plazo de las
pausas activas. Además, sería útil investigar el impac=
to
de diferentes tipos de actividad física y la duración
óptima de las pausas activas. También sería interesante
explorar cómo las pausas activas pueden afectar otras áreas
académicas y habilidades cognitivas, así como su
interacción con otros factores como la calidad del sueño y la
dieta.
En resumen, esta investigación proporci=
ona
evidencia sólida de que las pausas activas pueden ser una estrategia
efectiva para mejorar la concentración y el rendimiento acadé=
mico
en estudiantes de bachillerato con TDAH. Al implementar esta simple
intervención, las escuelas y los padres pueden ayudar a estos
estudiantes a superar algunos de los desafíos asociados con el TDAH y
alcanzar su máximo potencial académico. Los hallazgos de este
estudio destacan la importancia de considerar intervenciones integrales y m=
ultifacéticas
para apoyar el desarrollo y el aprendizaje de estudiantes con necesidades
especiales.
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