LATAM Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales y Humanidades, Asunción, Paraguay.
ISSN en línea: 2789-3855, octubre, 2024, Volumen V, Número 5 p 1907.
INTRODUCCIÓN
En el contexto actual de la postpandemia, las instituciones educativas universitarias enfrentan nuevos
problemas, desafíos y retos para cumplir con su misión: una formación de calidad de jóvenes y adultos,
quienes viven en una sociedad caracterizada por los cambios (García y Villegas, 2019), la incertidumbre
como parte de la vida humana (Innerarity, 2020) y la complejidad.
Estos retos de la sociedad actual han generado nuevos desafíos a los sistemas universitarios en todo
el mundo, pues, tienen que lidiar con nuevas situaciones externas e internas para las que no estaban
preparados. Entre las internas se consideran las nuevas formas de enseñar, las nuevas formas de
aprender, las dificultades de comprender y asimilar los conocimientos (Delgado, 2023) y los factores
relacionados a los estudiantes que limitan o impiden una formación profesional de calidad. Algunos
de esos factores que se destacan son: estrés académico y clima de aprendizaje. El vocablo estrés se
ha transformado en un término habitual, específicamente, en la vida universitaria, pues requiere que
los estudiantes realicen esfuerzos y cumplan con normas, responsabilidades y demandas académicas.
Este problema afecta a todos los estudiantes en el mundo. En España; Franco (2015) considera que
los problemas metodológicos, las constantes evaluaciones y la recarga excesiva de trabajo son los
tres escenarios principales generadores de estrés; el agotamiento es el síntoma principal y la búsqueda
de apoyo social y emocional la estrategia más recurrente. En Argentina, Kostler (2019) afirma que los
discentes de la ciudad de Paraná tienen un moderado nivel de estrés académico, pues, los síntomas
más comunes son los psicológicos, físicos, y comportamentales. En Chile, Cárcamo et al. (2017)
afirman que estudiantes universitarios de Enfermería presentan un nivel severo de estrés, el estrés más
recurrente es realizar clase y prácticas al mismo tiempo y las estrategias más utilizadas son la
asertividad y búsqueda de información.
Bruguera, Del Rosario y Calonge (2017) sostienen que los aprendices son afectados por circunstancias
cotidianas de estrés características de los ambientes escolares considerados factores de riesgo y que
influyen negativamente en el aprendizaje. Sin embargo, es necesario considerar que estos factores
también pueden actuar como mecanismos de protección ante situaciones de poco estrés en los
ambientes universitarios.
Las causas del estrés académico son diversas, sin embargo, destacan la competencia grupal, la
evaluación, excesos de actividades académicas, presentación de exposiciones, el cumplimiento de
labores de manera responsable, la participación en el aula, poco tiempo para la realización de trabajos,
conflictos con los compañeros, etc. Zambrano et al., (2022) considera que los estudiantes
universitarios presentan estrés académico debido a la sobrecarga de actividades, exigencia de los
catedráticos y por problemas económicos. Asimismo, el estrés académico trae consigo muchas
consecuencias: problemas en la concentración y desarrollo intelectual, desórdenes gastrointestinales,
tristeza, nerviosismo, alteraciones cardiacas, etc.
El clima de aprendizaje, otro de los factores mencionados, se ha convertido en uno de los elementos
que contribuyen o limitan la formación profesional. El clima, que se crea en el aula, comprende factores
cognitivos, sociales y emocionales, los que inciden en la automotivación, el compromiso y el éxito en
la formación profesional de los jóvenes universitarios (Salgado, 2023). Un clima positivo en el
aprendizaje favorece una óptima formación profesional, mientras que, un clima negativo puede
ocasionar problemas en el rendimiento académico, deserción universitaria, problemas de
comportamiento, escasa motivación, problemas de autoestima y una deficiente formación profesional.
Esta investigación es importante porque se propone establecer el vínculo entre estrés académico y
clima de aprendizaje en discentes de una universidad nacional.