LATAM Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales y Humanidades, Asunción, Paraguay.
ISSN en lÃnea: 2789-3855, octubre, 2024, Volumen V, Número 5 p 1668.
INTRODUCCIÓN
Los problemas ambientales en México van en aumento cada año, la cantidad de residuos sólidos
urbanos que se producen dÃa a dÃa es impresionante, mientras que el esfuerzo para disminuirlos no ha
dado los resultados esperados; además de que no se cuenta con sistemas que regulen la cantidad de
basura-residuos emitidos por distintas actividades, caso particular la propaganda polÃtica.
En el último proceso electoral para elegir presidente(a) en México (2024), los distintos partidos
polÃticos que compitieron utilizaron en sus campañas electorales una gran cantidad de lonas de
Policloruro de Vinilo (PVC) y carteles de papel (entre otros), para promocionar la imagen y propuestas
de sus candidatos. Propaganda que al terminar el proceso electoral se convirtió en Residuo Solido
Urbano y que, en su gran mayorÃa sin un tratamiento previo, fue dispuesta en un tiradero a cielo abierto.
El problema ambiental de utilizar lonas de PVC radica en que durante su producción se obtienen
subproductos potencialmente peligrosos para el ambiente y la población; incluso en el convenio de
OSPAR señalan como sustancias tóxicas de acción prioritaria a algunos subproductos de la producción
de cloro y PVC o aditivos del vinilo, estas sustancias son: dioxinas y furanos, parafinas cloradas y
compuestos orgánicos de mercurio, plomo, de estaño y ciertos ftalatos (DBP y DEHP). (Greenpeace
Internacional, 2001).
El cloruro de polivinilo crea la mayor cantidad de gaseoso utilizado en el mundo, ya que está industria
consume alrededor de 40 % de cloro mundial con una cantidad de 16 millones de toneladas al año,
siendo el organoclorado de mayor producción mundial.
Su peligrosidad comienza desde la formación de productos órgano clorados en la producción del gas
gaseoso, en la sÃntesis de dicloruro de etileno (EDC) y monómero de cloruro de vinilo (VMC) que son
las materias primas para el PVC. Hay documentación de la formación de cantidades considerables de
dioxinas durante todas las etapas del ciclo de vida del PVC incluso en la quema de productos de vinilo
ya sea por incendio accidental o provocado. En México la quema de residuos sólidos urbanos es muy
común, por lo que no se descarta la posibilidad de que gran cantidad de la propaganda electoral
compuesta de PVC sea quemada, liberando todas las sustancias quÃmicas peligrosas a la atmósfera,
entre ellas las dioxinas que se sabe es un carcinógeno sintético de gran importancia. Durante su
proceso también se le agregan aditivos donde es común utilizar metales como plomo, cadmio y
organoestaño los cuales no se degradan y son liberados al ambiente (Thornton). También es
importante destacar que se emiten 3.5 kg de CO2 equivalente por kilogramo de plástico.
Lamentablemente en México no se tienen registros del reciclaje de PVC, siendo que, si Europa recicla
menos del 3%, en México el reciclaje podrÃa ser nulo.
El uso de carteles de papel para propaganda polÃtica es muy común, lamentablemente el papel no es
muy resistente al clima por lo que se suelen colocar varias copias en un sitio para asegurar su
visualización, a pesar de las condiciones climáticas; pero el uso de tanto papel tiene un impacto
ambiental muy amplio, empezando desde que para realizar una hoja de papel se necesitan 10 litros de
agua, para crear una tonelada de papel con pasta virgen se necesitan 150,000 a 200,000 litros de agua,
y para una tonelada de papel reciclado se necesidad 2000 litros de agua, en medio de la crisis hÃdrica
que atraviesa el paÃs esta situación es alarmante.
Conjuntamente para elaborar una tonelada de papel se necesitan alrededor de 2,400 kilogramos de
madera lo que equivale a 17 árboles, y en el proceso para producir una tonelada de papel se necesitan
7,000 Kwh. (INEGI, 2020). En México se recicla el 78% del papel utilizado.
La elaboración de papel contribuye a la emisión de contaminantes como bióxido de azufre, el cual
contribuye a la lluvia ácida, para producir una tonelada de pasta se liberan 5 kilogramos de bióxido de