LATAM Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales y Humanidades, Asunción, Paraguay.
ISSN en línea: 2789-3855, septiembre, 2024, Volumen V, Número 5 p 230.
INTRODUCCIÓN
La comida forma parte esencial en la vida de todos los individuos, no solo a través de su función
primaria, la alimentación, sino también en su relación entre los grupos sociales, para cimentar sus usos
y costumbres, que se transmiten de generación a generación, como es la forma de conservar, preparar
y consumir los alimentos (Chapa, 2013). En México la cultura gastronómica a lo largo de los siglos ha
tenido diversos procesos de transformación, en ésta se ve la base de los pueblos originarios, los
matices virreinales y la influencia culinaria de las personas que han migrado al país a lo largo de la
historia (La tiendita del campo, 2021). Una historia culinaria sustentada en un enorme mosaico
gastronómico a lo largo y ancho de la República Mexicana, lleno de tradiciones, vínculos identitarios,
de cohesión social y poder económico. (Mendoza, López y Serrano, 2021, p. 58)
La gastronomía mexicana fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, de
acuerdo con la resolución aprobada el 16 de noviembre de 2010, y es considerada como un modelo
cultural completo que comprende:
Actividades agrarias, prácticas rituales, conocimientos prácticos antiguos, técnicas culinarias y
costumbres y modos de comportamiento comunitarios ancestrales. Esto ha llegado a ser posible
gracias a la participación de la colectividad en toda la cadena alimentaria tradicional: desde la siembra
y recogida de las cosechas hasta la preparación culinaria y degustación de los manjares (UNESCO,
2006).
Entre sus características está la de sus guisos, olores, ritos y prácticas desarrolladas en la preparación
y consumo de alimentos; la comida manifiesta los antecedentes de una entidad o de una comunidad,
en sí, porque ahí se las costumbres y tradiciones ligadas a la naturaleza de la región, (Centurión,
Espinosa, Baeza y García, 2021). Para García-Molano (2019) una comunidad declara su cultura a través
de los saberes, de las costumbres, también de los rituales y reglas, mencionados en su vida diaria de
alimentación, de fiestas y celebraciones.
El estado de Tabasco, por su condición geográfica, hace que la tierra no sólo sea rica en vegetación
tropical, sino también significativamente abundante en cuanto a producción agrícola y pesquera. Una
tierra que permitió que construir las bases de tradiciones, prácticas, habilidades y el aprovechamiento
de sus recursos naturales en las cocinas locales; dando paso a un menú gastronómico que es “herencia
de la cocina prehispánica y la generada del encuentro cultural en la conquista” (Carrillo, May, & Mazón,
2019, p.8); una influencia española que se “manifiesta en un conjunto de costumbres que combinan
las creencias cristianas con persistentes elementos tradicionales que identifican a los antiguos mayas
y sus descendientes, los chontales” (Chapa, 2013). De esta fusión cultural surgieron diversos platillos,
que implican un conocimiento “profundo de los recursos naturales, la continuidad de prácticas
culturales para conservar olores, sabores, texturas en alimentos y acompañados de creencias que
permiten en ocasiones la protección de la naturaleza, en muchos grupos indígenas” (Carrillo, May y
Mazón, 2019, p.8).
Con estos se edifica una identidad alimentaria que no solo es parte de “una fiesta o un ritual
considerado emblemático” (Centurión, Espinosa, Baeza, & García, 2021, p. 17), sino de la cotidianidad
del tabasqueño. Es una gastronomía que se encuentra en las mesas de los hogares, restaurantes,
fondas, mercados y celebraciones como bodas, bautizos e, inclusive, celebraciones escolares. Así, la
amplia gastronomía tabasqueña, fusión de tierra y agua, tiene su arraigo e identidad representativa;
posee técnicas propias “–junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que le
son inherentes–, que las comunidades y los grupos reconocen como parte integrante de su patrimonio
cultural” (Secretaría de Turismo, 2018, p.3). Dicho patrimonio debe ser protegido y preservado para las
próximas generaciones, por lo que es importante que en la conciencia colectiva de una comunidad sea