LATAM Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales y Humanidades, Asunción, Paraguay. 
ISSN en línea: 2789-3855, septiembre, 2024, Volumen V, Número 1 p 3156.  
hacía, que es la verdad y la razón, tan necesarias para todo tiempo y época, por lo que en la facultad de 
filosofía (facultad inferior) urgía una independencia de la censura del Estado (Kant, I, 2003). 
Así,  comprendiendo  a  Kant,  que  en  el  siglo  XIX  después  de  la  Constitución  de  1857,  siguiera  la 
desaparición de la teología en la Educación Superior pública en México, ya que es sabida la influencia 
que tuvo el pensamiento de Kant en Benito Juárez y demás intelectuales de aquella época en México 
(y todavía en  la actualidad),  por lo que, no sólo ello  sino que se suman todos  los acontecimientos 
históricos ya conocidos, de influencias de pensamiento y de ideas diversas, por lo que esas misma 
diversidad y cultural, en este artículo, la opinión hasta el momento, es que facilitan la laicidad de la 
sociedad, y con ello en México, las pioneras formas de democracia, y como ya se dijo en el continuum 
histórico hasta la actualidad, tenemos el por qué no hay facultades o departamentos de teología en las 
Universidades públicas en México, la misma Universidad Nacional Autónoma de México no la tiene, sí 
en cambio, la de filosofía y en ella la enseñanza de la ética.  
El pensamiento ateo 
Siendo así, lo que respecta a un pensamiento religioso, que es parte de la cultura, con todo lo ya dicho, 
se encuentra en lo profundo de todo ser humano, de esta manera, podemos entender el surgimiento 
de  pensamientos  o  filosofías  llamadas  ateas,  que  por  ejemplo,  (Horkheimer,  2000),  nos  decía 
aproximadamente esto en “Anhelo de Justicia”:  “que el decirse ateo nos lleva a una contradicción” y 
esto lo podemos notar aún en el pensamiento de (Onfray, 2015, 2017, 2006 respectivamente) , tanto 
en “Cosmos” (2015), como en “Decadencia” (2017) y en su “Tratado de ateología” (2006), donde nos 
expone en resumidas cuentas que el ateísmo es una religión, y que aunque no parte de “ningún mito o 
leyenda” (no mito como narración) es decir, de “ninguna ficción” nos encontramos ante un oxímoron 
cuando nos dice que es vitalista y como es sabido, el vitalismo, tiene como pensamiento la vida y el 
impulso que nos da la vida, como una “energía” es el élan de (Bergson, 1907), por lo que empata  con 
muchas  creencias  religiosas  o  similares,  que  nos  dicen  que  prácticamente  podemos  llegar  a  Dios 
conscientemente, por lo que el vehículo para llegar a Dios serían algunas concepciones de ese élan, o 
mejor dicho incluso, podríamos pensar que esa “energía o impulso de vida” procede de alguna fuente 
o hay  alguien  que la ha  creado o  tuvo  un origen, entonces ¿qué  es  eso que nos dice exactamente 
Onfray? nos dice, que el ateísmo es una religión y es vitalista, y que se basa en el élan, sea simplemente 
así, como el élan de Bergson, se puede pensar que su Dios es el élan, entonces ¿dónde está el ateísmo? 
Si atendemos al ateísmo, a su raíz etimológica, sin Dios, entonces hay un Dios, del cual decimos qué: 
sin él. Todo ello, en el entendido de Onfray.  
Ahora bien, en entendidos similares, ateísmo como negación de Dios, al negar algo, es porque hay una 
existencia, al menos conceptual de lo que se niega, por ello podemos decir, que no es, porque fue y hay 
algo  que  todavía  es.  Más  aún,  si  decimos  ateísmo,  como  no  existencia  de  algo,  igualmente 
conceptualmente  al  menos  tenemos  ese  algo de lo  que  se dice que no  existe. Por lo  tanto,  existe 
conceptualmente, y ello es suficiente, para muchas creencias  religiosas para decir que Dios existe, 
porque  es  conceptual.  Pero  entendiendo  a  Onfray,  en  que  su  ateísmo  es  una religión,  hay  muchas 
personas y filósofos que aceptan el término ateo como algo genérico, y por ello entonces hay ateísmo, 
pero aun así, dentro de una ética laica, puede caber dicho ateísmo, y como yo lo he dicho antes en 
correspondencia con Blancarte, la laicidad, es inclusiva, y por lo tanto democrática, por lo que incluir, 
el ateísmo es pertinente, aún fuera o no también una ficción, o dicho oxímoron, si se sostiene como 
aceptable, se incluye sin problema y formalmente así es, nuestra Constitución Política, como se sabe, 
dice:  palabras  más,  palabras  menos,  que  todos  tenemos  el  derecho  a  creer  y  no  creer,  en 
correspondencia con la no discriminación.  
Ahora bien, siguiendo el argumento de un ateísmo, ya sea como sin Dios, o no existencia de Dios, o de 
un vitalismo o del élan de Onfray (aún como fuerza vital), se incluyen en una laicidad, el problema es